A tres días de ser operado a corazón abierto por una perforación cardiaca, generada durante un proceso para corregir una arritmia, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, ya inició la rehabilitación física y respiratoria sin drenaje quirúrgico.
Así lo dio a conocer ayer el cirujano cardiovascular Carlos Riera Kinkel, quien encabeza el equipo médico que atiende a Mancera en el área de cuidados intermedios del Hospital ABC de Observatorio, al poniente de la capital.
“Las sondas para drenaje quirúrgico fueron retiradas, lo que le permite mayor movilidad fuera de cama, para iniciar la rehabilitación física y respiratoria”, dijo ayer a las 15:00 horas el especialista en una conferencia que duró 50 segundos.
Vida en riesgo
Sin embargo, el propio Riera Kinkel detalló, en una entrevista para la radio, que durante el proceso de ablación para corregir una arritmia cardiaca a Mancera se registró la perforación de la aurícula y la aorta, lo que produjo una hemorragia severa que puso en riesgo la vida del jefe de Gobierno.
“Fue un sangrado muy importante. El corazón está rodeado de un tejido que se llama pericardio, es una bolsa que contiene al corazón. Cuando esta bolsa la ocupa no solamente el corazón (sino) otro líquido, hace que el corazón no pueda contraerse de manera adecuada, entonces viene una cosa que se llama taponamiento cardiaco”, detalló el especialista a Radio Fórmula.
Agregó que tras la perforación cardiaca y la hemorragia, “el procedimiento que salvó la vida” a Mancera fue una punción del pericardio para permitir el drenaje. No obstante, abundó, el sangrado continuó y fue entonces que se tuvo que abrir el esternón y luego el pericardio para corregir el problema.
“En el caso del doctor hubo necesidad de utilizar derivación cardiopulmonar debido a que el sangrado era muy importante. A veces magnificamos los sangrados, pero si yo tengo un sangrado en un vaso importante, el sangrado es de alrededor de cinco litros por minuto. Nosotros tenemos en nuestro torrente circulatorio aproximadamente cinco litros y medio de sangre”, por lo que Mancera pudo haber perdido la vida.
De acuerdo con Carlos Riera, sólo entre el 1 y 2% de los pacientes que se someten a un cateterismo cardiaco, como fue el caso de Mancera, corren el riesgo de padecer una perforación. “Lamentablemente el doctor cayó dentro de esa estadística”, dijo el cirujano cardiovascular.
Contemplaba salir el domingo
De su lado el secretario de Gobierno Héctor Serrano reveló también en entrevista de radio que Mancera tenía contemplado atenderse el viernes la arritmia cardiaca detectada en junio, recuperarse el sábado y abandonar el hospital el domingo para el lunes reincorporarse a sus actividades normales.
“Lamentablemente no fue así. Se tuvo que atender este problema mayor (de la perforación cardiaca) que a todos nos preocupó y hoy estamos muy complacidos por la recuperación que ha tenido” el jefe de Gobierno, destacó Serrano, quien asegura que recibe instrucciones puntuales de Mancera.
Error humano
Serrano Cortés fue cuestionado al término de la conferencia de prensa en el hospital sobre la posibilidad de que un error humano pudo haber causado la perforación cardiaca a Mancera, ante lo que respondió que serán los propios médicos lo que habrán de determinarlo.
“Es un tema que tendrá que ser revisado por los expertos y los expertos son los propios médicos. Lo que hemos hecho ahora es estar totalmente abocados a su recuperación, a la atención que recibe en el propio hospital”, dijo.
“Esto (del error humano) tendrá que ser revisado por los propios médicos que son los peritos respectivos para determinarlo, nosotros no tenemos el conocimiento médico para siquiera hacer una apreciación de esa naturaleza. Ese no es el tema para nosotros en este momento”, subrayó.
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