“La tormenta perfecta” golpeó en 2008 la llegada de cruceros a México por el Pacífico. A seis años de distancia la industria no se recupera, ya que actualmente tiene un déficit de 50% en arribo de turistas por esta vía y en derrama económica, reveló José Arturo Musi, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas para la atención de Cruceros Turísticos (AMEPACT).

 

La crisis de inseguridad, la influenza, la apertura de rutas internacionales y la falta de competitividad de los puertos mexicanos ahuyentaron un mercado que dejaba una derrama económica de 600 millones de dólares y que actualmente asciende a 358 millones, de acuerdo con datos del Banco de México.

 

En entrevista con 24 HORAS, el empresario platicó del desempeño de esta industria, de la cual vislumbra que será hasta 2017 cuando comience a hablarse de una recuperación.

 

¿Qué se prevé para el turismo de cruceros en 2014 y 2015?

 

Este año esperamos cerrar con 20% más arribos de barcos, y 16% para el próximo año, pero nos falta mucho para estar en los niveles de antes de 2008. En ese año se registraron 6.5 millones de turistas que llegaron a México vía cruceros, en 2013 hubo cuatro millones 200 mil y este año alcanzaremos 4.5 millones, pero desde hace seis años la industria ha crecido en promedio 7% anual.

 

¿Cuáles son las causas de este mal desempeño?

 

 

Diría que fue una tormenta perfecta, en 2008 tuvimos el virus de la influenza H1N1 y se nos fueron los cruceros y todo el turismo; después, con la percepción de inseguridad del país, los cruceristas no compraban viajes, era difícil llenar un barco pues el Pacífico se vende como México, a diferencia del Caribe que se vende solo.

 

El Pacífico es un destino muy viejo, y la gente que viaja por crucero ya lo conoce, y no ha habido una renovación, lo cual fue aprovechado por otros destinos internacionales, con la apertura de nuevas rutas.

 

Además, con los aumentos del combustible se volvió una ruta cara, porque las distancias son largas, por ejemplo, desde Los Ángeles hasta el primer puerto mexicano en el Pacífico, tanto de ida como de regreso son cuatro días de viaje, lo cual eleva el costo.

 

¿Cuáles han sido los destinos más golpeados?

 

 

Es Acapulco principalmente, sigue con niveles bajos, pues no llega a 15 arribos al año (cuando en 2009 y 2010 se reportaban hasta 130 llegadas anuales de barcos). También están Zihuatanejo y Manzanillo, y en años anteriores Mazatlán tuvo severas repercusiones, pero se está recuperando y a partir de noviembre comienza a llegar Carnival, una marca que se había ido. Sin embargo, Acapulco no levanta y ni de aquí a dos años se vislumbra una mejora.

 

¿Cuándo se podría llegar a los niveles de antes de 2008?

 

 

Estimamos que para 2017 o 2018, si la imagen del país mejora y los pasajeros deciden visitar México como antes, que era el país de moda, aunque hay que mencionar que el Caribe mexicano no ha tenido caídas, es el Pacífico el que ha perdido competitividad.

 

¿Qué países han ganado mercado?

 

Los barcos están en Australia, que tiene un auge importante con la ruta de Nueva Zelanda y Oceanía, también Sudamérica, donde la ruta Brasil-Argentina se llevó los cruceros que llegaban a México.

 

¿La nacionalidad de los turistas ha cambiado?

 

Sí ha cambiado, en La Paz recientemente llegó un barco con pasajeros chinos; antes no teníamos este mercado, ni tampoco de canadienses, europeos y asiáticos, pero los norteamericanos representan 75% de los turistas que llegan por esta vía (antes alcanzaban 90%).

 

¿Qué se requiere para recuperar este sector?

 

Necesitamos una agenda de competitividad, analizar cada ruta, cómo estamos en el mercado, qué ofrecemos y los costos, y de ahí considerar las oportunidades para recuperar el mercado. También debemos tener apoyo de las rutas, en caso de que se incrementen los arribos de barcos, lanzar promociones, así como renovar la oferta turística y la imagen de los destinos.

 

¿Se contempla la apertura de nuevos puertos?

 

Es una opción, está la iniciativa de abrir Puerto Peñasco que representaría una nueva ruta del Mar de Cortés, y también está la propuesta de poner un puerto en San Carlos, Baja California Sur, que daría flexibilidad a los cruceros que llegan de California y tener una ruta intermedia.