DAKAR. Senegal logró superar la crisis del ébola, que cruzó sus fronteras el pasado mes de agosto, cuando un estudiante de Guinea Conakry contagiado viajó hasta Dakar para pasar unos días de vacaciones con su familia.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) certificó hoy que ninguna de las personas con las que estuvo en contacto este joven de 20 años ha desarrollado la enfermedad, por lo que Senegal ha sido declarado oficialmente país libre de ébola.

 

Para descartar que una persona ha desarrollado la enfermedad, deben pasar 42 días -el doble del periodo de incubación- sin que haya mostrado síntomas.

 

Senegal anunció el pasado 29 de agosto su primer caso de ébola, detectado en un joven guineano que viajó por carretera hasta territorio senegalés para pasar unos días junto a unos familiares que residen en Dakar.

 

Unos pocos días antes, el joven sufrió un episodio de fiebre -uno de los síntomas más característicos del ébola- y decidió acudir al centro de salud local.

 

Los médicos que le atendieron, sospechando que podría ser un caso de ébola, lo remitieron al Hospital Universitario de Fann, donde fue inmediatamente puesto en cuarentena.

 

Las muestras analizadas por el Instituto Pasteur de Dakar confirmaron las sospechas: la epidemia que afectaba a Guinea, Sierra Leona y Nigeria, había llegado a Senegal.

 

El anuncio despertó una verdadera psicosis entre la población de la capital senegalesa y, principalmente, en la vecindad del domicilio que acogió al joven.

 

Sin embargo, los responsable sanitarios de Senegal reaccionaron de forma rápida, con una diligencia que ha sido alabada por la OMS.

 

La respuesta del gobierno senegalés incluyó la identificación, análisis y vigilancia de 74 personas que habían estado en contacto con el paciente, un aumento de la vigilancia en las fronteras y diferentes campañas de concientización nacional.

 

Mientras eso sucedía, el joven venció a la enfermedad y fue dado de alta el 20 de septiembre, aunque las autoridades senegalesas tuvieron que devolverlo rápidamente a su país por temor a represalias de los ciudadanos.

 

El doctor Moussa Seydi, jefe del equipo de especialistas que trató al enfermo desveló su secreto: “No hay un tratamiento específico o etiológico para destruir el virus, pero sí existe un tratamiento sintomático que puede bajar del 90 al 20 por ciento el riesgo de muerte”.

 

“Si el paciente sufre hemorragia o coagulación, puede morir de uno de estos síntomas, pero si se le administra el tratamiento adecuado para cada uno de ellos, no fallecerá”, aseguró el médico a los periodistas.

 

El brote de ébola ha quedado oficialmente superado, si bien la OMS considera que Senegal continúa siendo “vulnerable” a la importación de casos, por lo que debe permanecer “vigilante” y continuar aplicando medidas de prevención.

 

La propia ministra de Sanidad de Senegal, la doctora Awa Marie Coll Seck, admitió que su Gobierno ni su equipo sanitario tenía una “fórmula mágica” contra el virus.

 

“Hemos logrado curar a un paciente, pero puede aparecer otro caso. La amenaza no está definitivamente vencida, por lo que debemos seguir aplicando todas las medidas de higiene recomendadas”, advirtió.

 

La OMS anunció ayer que ha identificado quince Estados en África especialmente vulnerables para importar casos de ébola, dados sus deficientes sistemas sanitarios y su poca experiencia en tratar emergencias de estas características.

 

Dentro de ese grupo de países en riesgo, los más vulnerables son los que comparten fronteras con alguna o algunas de las tres naciones afectadas; es decir, Costa de Marfil, Guinea Bissau, Mali y Senegal.

 

Asimismo, la OMS vigilará de cerca Benin, Burkina Faso, Camerún, Gambia, Ghana, Mauritania, Nigeria, República Centroafricana, República Democrática del Congo (RDC), Sudán del Sur y Togo.

 

Sus expertos evaluarán las necesidades de cada Estado, lo que han hecho hasta ahora y lo que necesitan aún hacer para estar seguros de que están preparados para hacer frente a un brote de ébola.

 

Según el último recuento de la OMS, la epidemia de ébola que afecta a Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona ha infectado a unas 9.000 personas, de las cuales unas cuatro mil han fallecido.  DM