El Columpio Asesino está integrado actualmente por Álbaro Arizaleta, en la voz y batería; Raúl Arizaleta, en la guitarra; Cristina Martínez, en la guitarra y voz; Íñigo “Sable” Sola, en la trompeta, percusiones y sintetizadores; y Dani Ulecia, en el bajo. A propósito de su más reciente visita a la ciudad de México, platicamos con Álvaro sobre el proceso de creación de Ballenas Muertas en San Sebastián y algunas curiosidades más.

 

¿Por qué formaron la banda?

 

Pues como a todos los adolescentes, a mi hermano [Raúl] y a mí siempre nos gustó la música, y teníamos un lugar en el que había espacio para tocar. Empezamos él y yo sin más pretensiones que pasar las tardes. Y poco a poco fuimos formando un grupo, y se fue complicando hasta lo que es ahora.

 

¿Cómo le explican a la gente qué tocan?

 

Creo que hoy por hoy pocas bandas tienen un género puro. Lo que hacemos las bandas es buscar más sonidos; nosotros siempre nos hemos considerado una banda ecléctica, nos gusta mezclar y fusionar varios géneros que nos han gustado como el rock, el punk, el pop y la electrónica. Entonces, cuando nos preguntan qué hacemos decimos que somos un hibrido entre rock y electrónica.

 

Llevan 15 años juntos, ¿cómo se reinventan?

 

Cada vez se hace más difícil, y más cuando tu propuesta se basa en el cambio; pero creo que la clave está en no tener prejuicios a la hora de mezclar estilos. Y a la hora de enfrentarse a la música  siempre tienes muchas posibles combinaciones si no te cierras el camino cuando compones. La clave está en mezclar lo que te gusta y sobre todo en tener un espíritu abierto.

 

Jorge-Montoro-Cano

 

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