IMG_0901Cuando debutó en 1993 con Cronos, Guillermo del Toro se hizo una promesa: apoyar a otros cineastas para que pudieran sacar adelante sus proyectos tal como él recibió las facilidades para llevar su historia de vampiros al cine. Y lo ha cumplido.

El talento, dice, no tiene fronteras ni nacionalidad, por lo que igual ha producido y apadrinado a españoles (Juan Antonio Bayona, El Orfanato; Guillem Morales, Los Ojos de Julia), canadienses (Troy Nixey, No temas a la oscuridad), argentinos (Andrés Muschetti, Mamá), ecuatorianos (Sebastián Cordero, Crónicas) que a mexicanos (Andrea Martínez, Cosas Insignificantes; Jorge R. Gutiérrez, El Libro de la Vida).

Tal es su compromiso y búsqueda de nuevos talentos que hace unas semanas lanzó, durante la Comic-Con, el reto YouTube Space House of Horrors: A Legendary Halloween, para que a través de YouTube los participantes realicen un cortometraje de terror original y de su propia autoría, y elegirá a los mejores para apoyarlos en la parte creativa.

Cineasta, productor, escritor, amante de los cómics, los monstruos, la ciencia ficción y, sobre todo, de su México, Del Toro resume con ojo crítico y especial intuición quiénes son los nuevos talentos mexicanos.

En entrevista exclusiva con 24 HORAS desglosa a la nueva generación de realizadores y a los que está apoyando con la producción de sus proyectos, talentos que en el futuro podrían ocupar el lugar que él mismo se ha ganado a pulso, junto con sus amigos Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu.

El Libro de la Vida es el primer filme de Jorge R. Gutiérrez. ¿Qué te llevó a apostar por él?

Siempre he tratado de apoyar a los nuevos talentos. Ahora justo estamos trabajando con Celso García en su proyecto La Delgada Línea Amarilla y, por supuesto, con Jorge R. Gutiérrez en El Libro de la Vida. Creo que una voz nueva en el cine vale cualquier sacrificio, y Jorge es un talento auténtico. Además, el tema de la cinta me permitió colaborar con él desde la creación de la historia hasta la edición y el acabado de la música. Jorge es un director ciento por ciento genuino y cuenta las historias desde el corazón. A la vez es un tipo con un mundo visual propio y potentísimo.

Cuarón, Iñárritu y tú cambiaron la manera como se ve a los cineastas mexicanos fuera del país, pero… ¿quiénes les siguen?

Bueno, yo creo mucho en Celso García, a quien conozco desde hace muchos años, razón por la que le estamos produciendo su filme entre Bertha Navarro, Alejandro Springall y yo. Pero como él hay mucha gente. Por ejemplo, en cuanto al género de animación, en Guadalajara están Rita Basulto y Juan José Medina, Karla Castañeda y Luis Téllez, René Castillo…

En el DF está un grupo de chavos con la empresa Cinema Fantasma, que está haciendo un corto al que he apoyado mucho y que se llama Revoltoso. Y por supuesto, siempre estarán nombres como los de Gerardo Naranjo, Fernando Eimbcke, Julián Hernández, Iván Ávila, un montón de gente potente.

Si pudieras hacer un filme acerca de toda la mitología mexicana, ¿cuál elegirías?

Por eso me anima tanto El Libro de la Vida, porque creo que este proyecto terminó siendo muy cercano a mí. Yo le sugerí a Jorge contar una historia basada en el mito de Orfeo y la idea de que el personaje principal tenía que escoger entre dedicarse a la música o ser un matador de toros, así que esto nos llevó a crearnos nuestro propio espacio mitológico.

Ocurrió un poco como cuando hice El Laberinto del Fauno, tratando de que las ideas que buscábamos se sintieran antiguas y tradicionales, pero que a la vez tuvieran un giro nuevo. Es cercana porque de chico siempre iba con mi abuela a limpiar y visitar la tumba de mi abuelo, pero también porque era la época en que vendían calaveras y esqueletos de todos tipos y formas, figuritas de luchadores, de monstruos… era como la Navidad para mí.

¿Crees que en nuestro país las escuelas de cine están haciendo bien su trabajo?

No sé si la migración de cineastas a otro lado es una solución obligada. No lo creo, aunque en lo personal llevo mucho tiempo en este exilio involuntario. De hecho, siempre pensé que haría cine de género en provincia. Pensaba que haría cosas como mi cortometraje Doña Lupe, que es una historia de gángsters ambientada en una colonia de Guadalajara, y también pensaba en la obra de Paco Ignacio Taibo II y su personaje del detective Héctor Belascoarán Shayne, así como en hacer un cine de vampiros y luchadores, pero que estuviera hecho con conciencia de sus orígenes y realidades. En fin, el punto es que no sé cuál es la solución. En México nos fabricamos soluciones todos los días, hacemos funcionar cosas imposibles y vivimos y creamos en condiciones profundamente adversas.

La nueva generación

  • Celso García

Cortometrajes: El niño millón (2003), Protestosterona (2003), Pata de gallo (2004), La leche y el agua (2006)

Película: La delgada línea amarilla (en post-producción)

  • Rita Basulto

Cortometrajes: El octavo día de la creación (2003), Lluvia en los ojos (2012)

  • Karla Castañeda

Cortometrajes: Jacinta (2008), Se prohíbe volar papalotes (2009), Salve al Congreso (2009), Los calzones del general (2009), La mano, la pistola y los bigotes de Obregón (2009), El altar del perdón (2009), La Noria (2012)

  • Gerardo Naranjo

Películas: Malachance (2004), Drama/Mex (2006), Voy a explotar (2008), Miss Bala (2011)

  • Fernando Eimbcke

Películas: Temporada de patos (2004), Lake Tahoe (2008), Club Sándwich (2013)

Conócelo

  • Sus ciudades favoritas son Tokio, Londres, Toronto, Madrid, Praga, DF y Guadalajara.
  • Es fan de músicos como Vivaldi, Bach, Nirvana, Queen, The Beatles, Danny Elfman y Ennio Morricone, entre otros.
  • Es ávido fan de la ciencia ficción, y entre sus filmes favoritos están Star Wars, Encuentros Cercanos del Tercer Tipo y Alien.
  • Sus monstruos favoritos son Frankenstein y la Criatura de la Laguna Negra.
  • Tiene toda una casa donde colecciona figuras, libros, películas y cómics por millares. La llama The Bleak House.
  • Aprendió maquillaje con Dick Smith, ganador del Oscar por El Exorcista.

 

Lennon dijo: ‘La vida es lo que pasa cuando estás ocupado haciendo planes’, y eso aplica exactamente al cine: es algo que te ocurre cuando estás haciendo otros planes

Guillermo del Toro