La joven actriz Jennifer Lawrence habló por primera vez sobre la filtración de sus fotos y dejó en claro que para ella el ultraje no representa un escándalo, sino un delito sexual repugnante:
“No es un escándalo. Es un delito sexual. Es una violación sexual. Es repugnante. Cada cosa que quería escribir sobre el tema me hacía llorar o me ponía furiosa, tenía mucho miedo, no puedo creer que vivimos en un mundo así”.
Comentó que ser actriz o una figura pública no significa que ella haya pedido ser blanco de los delincuentes: “Es mi cuerpo y debería ser mi elección. El hecho de que yo no lo elegí es algo absolutamente repugnante. No tengo nada por qué disculparme, estaba en una sana y gran relación de cuatro años con el actor Nicholas Hoult. La ley necesita ser cambiada, tenemos que cambiarla”, comentó.