El director general del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), Héctor Orozco Fernández, aseguró en el caso de la empresa Oceanografía se evitó cualquier perjuicio laboral y patrimonial.

 

En el marco de una reunión con la Comisión Especial de Atención y Seguimiento para el Caso Oceanografía del Senado, entregó un informe y afirmó que tras el concurso mercantil al que fue sometida la empresa luego de la intervención de la PGR por el fraude contra Banamex por 585 millones de dólares la autoridad evitó un mayor número de daños.

 

Ante senadores de todos los partidos, el funcionario expuso que el SAE logró evitar que se incrementaran los incumplimientos laborales que arrastraba la empresa, así como la generación de más detrimento patrimonial.

 

“La empresa se recibió en condiciones de detrimento patrimonial, con incumplimiento generalizado de obligaciones, particularmente los laborales; el detrimento patrimonial tiene implicaciones y peligros para los acreedores, trabajadores, fisco y acreedores financieros”, detalló Héctor Orozco.

 

Explicó que actualmente Oceanografía mantiene operaciones con 10 barcos y continúan laborando alrededor de cuatro mil trabajadores.

 

“De manera tal que hoy los trabajadores han recibido sus pagos, la empresa continúa en marcha y los acreedores tienen un foro para hacer valer sus derechos”, dijo Orozco Fernández.

 

Indicó que los montos adeudados a Banamex por parte de Oceanografía continúan en la etapa de cotejo entre los saldos reclamados por el banco y la contabilidad de la empresa, por lo que hasta finalizar el proceso se podrá conocer el adeudo real a la institución financiera.

 

La presidenta de la comisión especial, Lisbeth Hernández, cuestionó al funcionario sobre la actuación del SAE para proteger los derechos de los trabajadores de Oceanografía.

 

Dolores Padierna, del PRD, opinó que Oceanografía “no hace mucho no valía nada, era sólo una empresita y se volvió un emporio y el 97 por ciento de este emporio se deriva de recursos públicos, de recursos de Pemex; de una empresa que no valía nada se volvió un emporio”.

MG