“Creo que enseñar y compartir se volvió mi forma de vida, y como cocinera lo expreso a través de la comida. Es un gran honor el recibir un premio por un trabajo que se realiza con mucho amor, amor por México, y por ayudar a nuestros compatriotas que viven en los Estados Unidos.

Iliana de la Vega
Iliana de la Vega

“Un gran componente de la labor que ha significado este premio es mi labor en la radio local, en Austin, Texas, donde resido. Es un trabajo de difusión, de comunicación, de enlace con la comunidad mexicana, es un reencuentro con nuestras raíces”, dijo la chef mexicana Iliana de la Vega, quien recientemente ha sido merecedora del premio Ohtli, en el marco de las celebraciones de la Herencia Hispana en Estados Unidos.

La chef propietaria de El Naranjo recibió en el consulado mexicano de la ciudad donde reside desde hace algunos años, la más alta distinción que el gobierno mexicano concede a los individuos, preferentemente mexicanos o de origen mexicano, en el extranjero.

Ohtli significa camino en náhuatl. Este reconocimiento otorgado por el Instituto de los Mexicanos en el Extranjero, se entrega a los personajes que han contribuido al bienestar y la prosperidad de las comunidades mexicanas.

“Conozcamos nuestra cultura y aportemos lo que mejor sabemos hacer para mantener ese orgullo”, expresó De la Vega en el marco de la celebración.

Advirtió que es importante el interés que la cocina mexicana ha tomado en los últimos años en un segmento de la población estadounidense, y que se ha traducido, por ejemplo, en más viajes a regiones emblemáticas como Oaxaca y Puebla para conocer los sabores auténticos en el fogón mismo de las cocineras tradicionales. Sin embargo, aún hace falta mucho más por difundir y también mucho más por conocer por parte de los extranjeros para valorar realmente la cocina de México.

“Todavía hay mucho desconocimiento sobre nuestra cocina, incluso partiendo de los propios mexicanos. Nos hace falta más presencia, en todo sentido, en cuanto a lo que significa nuestra cocina auténtica. Cualquiera se siente con capacidad de opinar y juzgar. En el caso de Estados Unidos, es sinónimo de comida barata y corriente, ya que hay una distorsión del concepto original de nuestra cocina. Así, están dispuestos a pagar por la cocina italiana o francesa, pero no por la buena cocina mexicana, ya que consideran que no lo vale”, expresó De la Vega.

Indicó que se ignora mucho de lo relativo a técnicas, ingredientes, preparaciones. Muchos deciden abrir un restaurante de cocina de México con una vaga o nula idea de lo que esto significa. El resultado es algo que nada tiene que ver con nuestro país, con la riqueza gastronómica que nos distingue como cultura.

“Lo que encontré en Estados Unidos es que hay mucha comida que se llama mexicana y que no lo es. Es una buena comida regional, con reminiscencias mexicanas, como la texmex, calmex, newyorkmex o chicagomex. Tienen toda su razón de ser, pero el hecho es que está muy desvirtuado el concepto de lo que es comida mexicana. A través de mi trabajo, me esfuerzo en decir: ‘Esto es México’”, destacó.

En Oaxaca, Iliana tuvo una importante trayectoria restaurantera a través de la primera versión de El Naranjo, establecimiento asentado en el centro histórico de la capital de ese estado y que recibió reconocimientos de publicaciones como el New York Times y Bon Appétit, además desde luego de la atención de la crítica mexicana y el entusiasmo de los comensales.

Desgraciadamente la inestabilidad política y social generada por los conflictos con los maestros, en 2006, provocaron, como en el caso de otros muchos negocios en Oaxaca, el cierre del restaurante.

“Resistimos todo lo que pudimos, pero hubo un momento en que ya era imposible mantener abierto el lugar. Otros pudieron aguantar más y recuperarse; pero no fue nuestro caso. Ahora que vuelvo a pasar por el lugar veo que todo se ha transformado, incluso ya cortaron el naranjo que era tan representativo”, dice.

Junto con su esposo, Ernesto, y sus hijas, Iliana emigró a Estados Unidos, integrándose a la plantilla docente de The Culinary Institute of America (CIA) en San Antonio. Su presencia fue un detonante para la proyección de la auténtica cocina mexicana a través de sus expresiones regionales, primeramente con el conocimiento y la acción de la propia Iliana y, en paralelo, con la invitación a diversos chefs y cocineras nacionales para brindar sus conocimientos a partir de talleres y seminarios.

Aspectos esenciales como la nixtamalización del maíz fueron temas académicos en el CIA de San Antonio a partir de la gestión de De la Vega como responsable de la promoción de la cocina mexicana, desarrollando así un lúcido mosaico de las expresiones regionales en una ruta que dio muestra de la tradición y la modernidad de la culinaria nacional.

Luego de este importante paso por una de las máximas instituciones de educación gastronómica a nivel mundial, Iliana retornó al sector restaurantero. Primero con El Naranjo Mobile, food truck y servicio de catering; y ahora con El Naranjo restaurante, que ha sido calificado como el mejor de su rubro en Texas y entre los mejores de Estados Unidos.

Intensa y minuciosa investigadora de las tradiciones gastronómicas de México, De la Vega ha hecho de El Naranjo, en Austin, un honesto escaparate de los sabores auténticos de las culinarias regionales, con un especial cuidado en la selección de los ingredientes y la aplicación de las técnicas debidas en la elaboración de salsas, moles y pipianes, por ejemplo. El resultado es un escenario que refleja sin complicaciones la riqueza de México y el oficio de una cocinera nutrida por los valores familiares, las vivencias en la opulenta y envolvente Oaxaca y el sentido de análisis de las tendencias contemporáneas.

“A veces ni en México tenemos idea sobre lo que en verdad es y representa nuestra cocina. Es cuestión de estudio a fondo, de ver de dónde vienen los ingredientes, cómo llegaron, de dónde son.

“En mi caso ha sido una investigación personal de muchos años para llegar a conclusiones de por qué estoy cocinando así y no de otra manera. Un factor importantísimo son las historias que tienen los ingredientes y las recetas en México. Son una maravilla: no creo que en este momento alguien pueda crear algo mejor que un mole, por ejemplo”, dijo.