Si bien la industria aeronáutica de México ha crecido en la última década, se estima que será hasta 2035 cuando se tenga el primer jet ensamblado totalmente en el país, ya que primero requiere ganar reputación como constructor y manufacturero de alta calidad.

 

“México podría desarrollar la capacidad técnica y laboral para ensamblar un avión completo que despegue desde territorio nacional, en menos tiempo, pero la certificación oficial y la confianza del mercado en las entregas son los dos grandes obstáculos y retos para construir un jet en México”, dijo Sergio L. Ornelas Ramírez, organizador de la Cumbre Aeroespacial de México 2014.

 

Recordó que a la empresa brasileña Embraer necesitó construir aviones militares para su propio uso durante 20 años, antes de ensamblar un avión comercial para exportación.

 

De acuerdo con Promexico, el sector aeroespacial mexicano está conformado por empresas dedicadas a la manufactura, mantenimiento, reparación, adecuación, ingeniería, diseño y servicios auxiliares (aerolíneas, laboratorios de pruebas y centros de capacitación, entre otros) de aeronaves de tipo comercial y militar.

 

Esta industria ha crecido de 100 fabricantes estadunidenses y europeos en 2004 a más de 300 en 2014. Mientras que el nivel de exportaciones ha registrado un crecimiento mayor a 16% en promedio anual durante el periodo 2006-2012.

 

Para Ornelas Ramírez el primer gran obstáculo para la industria aeroespacial nacional es la Certificación de Aeronavegabilidad emitida por la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos, sin la cual ningún avión puede volar.

 

“México tiene que llegar a ser muy eficiente y confiable en la certificación de piezas y componentes antes de que pueda pensar en altitudes más elevadas en este tema de los aviones. El papeleo está en el camino correcto, pero el gobierno tiene que desplegar muchos más recursos humanos y administrativos para apoyar efectivamente a las empresas existentes a través de los procedimientos de certificación”, añadió el directivo.

 

Comentó que el segundo obstáculo es el mercado, los clientes de aviones, pues ya sean líneas comerciales o corporativos, están altamente involucrados en la selección de sistemas, opciones y acabados de las aeronaves.