El integrante de la barra de animación La Irreverente, detenido por la gresca entre seguidores de las Chivas y policías en las gradas del estadio Jalisco durante el clásico contra el Altas, consiguió apararse alegando que lo detuvieron de manera ilegal y fueron vulnerados sus derechos humanos.

 

 

Luego de que por medios nacionales se pudiera ver la golpiza que le propinaron varios barristas a policías, el estadio Jalisco fue vetado un partido y la directiva del club rojiblanco dijo que expulsaría a los aficionados involucrados en la gresca.

 

La concesión del amparar no deja en libertad al incha y tampoco anula actuaciones posteriores. OB