Los Broncos de Denver tienen sed de venganza, aunque todos tienen claro que para que sea realmente dulce tendría que verificarse en el último partido de la temporada, pero aun así, el platillo más esperado de este fin de semana en la NFL es en el que se enfrentarán a los Halcones Marinos de Seattle, que los aplastaron en el Super Bowl XLVIII.

 

Pero no serán los mismos Broncos. El equipo que lidera Peyton Manning hizo muchos movimientos buscando reforzar los puntos débiles de la temporada anterior, en busca de equilibrar mejor al equipo y no depender tanto del espectáculo aéreo que sale del potente, pero veterano brazo de su quarterback.

 

Sólo tres defensores titulares se mantienen del Super Bowl: Sylvester Williams, Terrance Knighton y Nate Irving, y este último está jugando en una nueva posición. Y a la ofensiva, aunque han permanecido más, tiene a tres nuevos jugadores que salen de inicio: Montee Ball, Emmanuel Sanders y Ryan Clady. Eso junto a dos cambios de posición en la línea hace que se vea un equipo distinto.

 

Así que sacando cuentas, sólo la mitad de los hombres que saldrán a enfrentar a los Halcones Marinos en Seattle serán los mismos, o jugarán en la misma posición, que los que salieron humillados la última vez que se vieron las caras.

 

Los Broncos tienen a varios jugadores clave volviendo de lesiones, como el linebacker Von Miller o el esquinero Chris Harris, reportó la NFL. Y entre los refuerzos, pescaron a dos de la agencia libre, como TJ Ward, quien ya dio resultados ante Kansas City.

 

Aún es temprano para saber si en realidad los Broncos asimilarán pronto la reconstrucción de la que están siendo objeto, o si en realidad será tan profunda como tiene que ser dadas las circunstancias de este duelo, que revive apenas en la tercera semana de juego la final de la temporada anterior.

 

Sin embargo, la ofensiva se ve mejor que nunca, y eso es mucho decir, porque los números de la temporada anterior son extraordinarios. Tendrán de vuelta a Wes Welker esta semana, y eso junto al imparable progreso de Julius Thomas y al eficiente remplazo que está resultando Emmanuel Sanders de Eric Decker, quien se les fue a los Jets, simplemente pone de buenas a los muchos seguidores del equipo.

 

A la defensa todavía le falta para poder ser considerada dominante, pero ha dado buenas muestras ante los Colts y los Jefes, dos equipos duros que ya mordieron el polvo.

 

Seguro que si alguien les hubiera preguntado, hubieran preferido enfrentar a Seattle un poco más adelante en la temporada, pero aun así, el espectáculo está garantizado.

 

Critica Pepsi a la NFL

 

 

NUEVA YORK. La conducta de varios jugadores involucrados en hechos recientes de violencia doméstica es “repugnante”, opinó la directora general de PepsiCo, Indra Nooyi, quien, sin embargo, consideró que el comisionado de la NFL Roger Goodell es “un hombre íntegro”.

 

El grupo empresarial que dirige Nooyi y que ofrece productos como Pepsi, Gatorade y Doritos, es uno de los mayores patrocinadores de la NFL. El año pasado auspició el espectáculo de medio tiempo en el Super Bowl.

 

Nooyi emitió un comunicado en el que criticó a la liga pero expresó también su optimismo en que se solucionen los problemas recientes.

 

La NFL y sus diferentes equipos han enfrentado una oleada de críticas durante las últimas dos semanas por la forma en que manejaron los casos de varios jugadores acusados de violencia doméstica. Se ha abierto una investigación acerca de si el comisionado había mirado antes de su difusión pública un video en que el corredor de los Cuervos de Baltimore, Ray Rice, noqueó de un puñetazo a su entonces prometida. El espaldarazo de la empresaria a Goodell es clave en momentos en que muchos exigen su renuncia.

 

“No es tan riesgoso salir a pronunciarse contra la violencia doméstica, apuntar con el dedo acusador, pero sin retirar el dinero de los patrocinios”, opinó Tripathi. “Lo que Pepsi hizo es un poco más interesante. Apuntó con el dedo pero apoyó a Roger Goodell… esto definitivamente lo ayudaría a él”, estimó Manish Tripathi, profesor asistente de marketing en la Universidad de Emory en Atlanta. AP