La ácida comediante Joan Rivers quien falleció el pasado 4 de septiembre heredó una fortuna de alrededor de 150 millones de dólares a su familia, incluyendo a sus mascotas.

 

De acuerdo con el diario británico Daily Mail, Rivers dejo como herederos a su hija Melissa, su nieto Cooper y a sus perros, quienes aseguró que eran mejor que un marido porque “ellos no dejaban el asiento del baño arriba”.

 

Además pidió que al momento de que sus amadas mascotas fallecieran, fueran cremados y que sus cenizas se combinaran con las de ella.

 

Sin embargo, la ahijada de la comediante, Tracie Hotchner, reveló  que Joan también dejó todo en claro para sus perros rescatados, Samantha y Teegan, que vivían con ella en Nueva York, así como un Jack Russell Terrier y un border collie en California.

 

Joan se llamaba a si misma la Angelina Jolie de los caninos debido a que solía ayudar a todos los perros que no procedían de alguna raza pura. MN