SANTIAGO. El de ayer se trató de uno de los atentados más graves en el periodo democrático chileno. Francisco Bravo, que investiga los 29 atentados ocurridos este año en Santiago, dijo a la prensa que la explosión fue causada por un extintor lleno de pólvora ubicado en el interior de un basurero metálico frente a un local de comida, en una de las varias galerías de la estación Escuela Militar del tren subterráneo de Santiago de Chile. La explosión se produjo a las 17:00 horas.

 

 

Parte del basurero se convirtió en esquirlas que salieron disparadas con la explosión.

 

 

“Escuchamos el ruido, salimos asustados, me di la vuelta y me topé con la imagen desgarradora: había vidrios, polvo fierros”, dijo a la televisión Silvana Bobadilla, mesera de una tienda de comida del lugar.

 

 

Declaró que “muchos se fueron corriendo asustados y otros se quedaron a ayudar a los heridos”.

 

 

En la zona aledaña a la detonación se observaba al comienzo humo y luego polvo, pedazos de cielo raso en el suelo, vidrios, especialmente frente a un comercio que vende artículos de ese material.

 

 

El basurero fue arrancado de cuajo y quedó tirado en el suelo, con una parte menos, en medio de un pasillo. Las galerías cercanas se veían llenas de papeles, basuras, trozos de lo que a la distancia parecía cemento y mucho polvo.

 

 

Horas después del atentado, el fiscal elevó el número de heridos de siete a 10.

 

 

El vocero de gobierno, ministro Álvaro Elizalde, dijo que “tiene todas las características de un acto terrorista que ha sido realizado para causar daño a personas inocentes”.

 

 

Sin embargo, para la presidenta Michelle Bachelet no se puede calificar de terrorismo: “decir que el terrorismo se ha instalado en nuestro país no corresponde”.

 

 

El doctor Max Ekdahl, del servicio de urgencia de la Clínica Las Condes, dijo que una mujer que trabaja en los servicios de limpieza perdió uno dedo y presentaba fracturas en otros.

 

 

Según el jefe de bomberos las edades de los heridos oscilan entre los 30 y 65 años.

 

 

La zona del atentado está copada por agentes antimotines, mientras en el interior de la estación trabajan decenas de bomberos y agentes antibombas con trajes de seguridad.

 

 

La presidenta Michelle Bachelet suspendió su agenda, citó a un consejo de seguridad y visitó a tres heridas.

 

 

En lo que va del año han estallado 29 bombas en diversos lugares de la ciudad, una de ellas en otra estación del metro. Debido a una intensa campaña policial los ataques cesaron hace cerca de un mes. Esta nueva explosión se produce a tres días de un nuevo aniversario del golpe militar que derrocó al presidente Salvador Allende en 1973.

 

 

A diferencia de otras estaciones del metro, la Escuela Militar tiene varias galerías llenas de locales comerciales, entre ellos puestos de comidas muy visitados a la hora de almuerzo. Al parecer varios heridos estaban en el interior del local o muy cerca de él cuando se produjo la explosión.

 

 

Este es el primer atentado que ocurre a plena luz del día y en un sector que tiene más medidas de seguridad que otros pues la estación afectada se ubica inmediatamente al lado de la Escuela Militar del ejército.

 

 

La presidenta Bachelet calificó el hecho de “abominable” y aseguró que el Gobierno aplicará “toda la fuerza de la ley antiterrorista” para castigar a los culpables.

 

 

“Este es uno de los actos más cobardes que hemos visto porque tienen como objetivo dañar a las personas, generar temor, incluso la muerte de personas inocentes”.

 

La mandataria chilena hizo estas declaraciones tras visitar a tres de las personas heridas en una clínica de Santiago.

 

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