Parra5“El hombre imaginario/vive en una mansión imaginaria/rodeada de árboles imaginarios/a la orilla de un río imaginario”.

 

Con la lectura de estos versos del mordaz y antisistémico poeta Nicanor Parra, se celebra el centenario del único de los grandes de las letras chilenas de su era que queda vivo.

 

Parra pertenece a una de las familias que más artistas ha entregado a Chile, incluida su hermana, la folclorista Violeta Parra, conocida internacionalmente por su canción “Gracias a la vida”.

 

Aunque empezó a escribir muy joven, irrumpió con los antipoemas que marcaron su vida en 1954, por lo que el homenaje al cumplir un siglo de vida no podía ser con otra cosa que con versos de su creación. El Consejo Nacional de la Cultura de Chile eligió El hombre imaginario.

 

En los colegios, lugares públicos, museos y en la calle, se espera que miles de personas se sumen a lo que se ha llamado el “Parrafraseo nacional”.

 

Nueva York se sumó a los homenajes a Parra, en una ciudad, la Gran Manzana, en la que el gran poeta chileno vivió algún tiempo y que forma parte de su desarrollo como escritor.

 

 

 

“Ha estado muchas veces en Nueva York, vivió aquí un tiempo y cada que venía escribía montones de cosas con el ‘slang’ que escuchaba en la calle”, explicó su nieta Isabel Soler Parra antes de celebrar el cumpleaños de su abuelo en el Instituto Cervantes este 5 de septiembre, junto a su madre, Catalina Parra.

 

Creador de la llamada “antipoesía”, que revolucionó el lenguaje de los versos desafiando la tradición con el más crudo lenguaje cotidiano, el autor de “Cancionero sin nombre” (1937), “Poemas y antipoemas” (1954) y “Artefactos” (1972) nació un día como hoy de 1914 a las afueras de Valparaíso.

 

Su nieta recordó las lecturas de su abuelo en la universidad de Columbia o en New York University (NYU), en donde hizo grandes amistades y que, según Soler, “de alguna manera forma parte de su desarrollo como escritor” porque es un hombre que “adora” la cultura “americana” y un amante del inglés.

 

“Mi abuelo es indefinible, es la antidefinición, yo digo que es el antiabuelo, una persona que siempre rompe las barreras y que se maneja contigo de tú a tú”, afirma Soler, quien asegura que lo que más le gusta a Parra es “su soledad y su tranquilidad” y quedarse al margen de los festejos y homenajes porque eso “nunca le interesó”.

 

Su hija Catalina recordó que la familia Parra pasó muchas temporadas en Nueva York, una ciudad donde vivió e impartió clases. “Por eso nos parece totalmente natural que la celebración se esté haciendo aquí”, según Parra, quien asegura que el padre y el abuelo no difieren mucho del poeta y el hombre público.

 

Por la sede del Cervantes se acercaron también la profesora Marlene Gottlieb, experta en literatura latinoamericana de la Manhattan College, y la joven artista visual chilena Francisca Benítez, quien se encargó de hacer una lectura apasionada de “Defensa de Violeta” y “Yo pecador”.

 

En diversos círculos literarios consideran que Parra debería ser el tercer Premio Nobel chileno, después de Gabriela Mistral (1945) y Pablo Neruda (1971). Hasta 1996, Parra compaginó la poesía con la enseñanza dando clases de física y química a los alumnos de la Universidad de Chile.

 

El grueso de la muestra que se puede ver en el Cervantes son unas fotografías del artista Marcelo Porta tomadas durante las últimas clases que impartió Parra en la universidad, así como una imagen de Patti Smith en la que se ve a la “madrina del punk” escribiendo en una pizarra un poema dedicado a Parra.

 

Nicanor forma junto a Pablo Neruda y Vicente Huidobro el triángulo de los más grandes de la lírica chilena, ganador entre otros del Cervantes, el premio Juan Rulfo de poesía y el Premio Nacional de Literatura.

 

“Estamos celebrando al poeta, pero el poeta también es un hombre de carne y hueso, y además de las cosas buenas tiene sus pifias, un hombre con una personalidad increíble y muy congruente, un diablillo jugando constantemente con el lenguaje”, concluyó su nieta, que aún no ha podido hablar con él “porque se satura”.

 

 

Artefactos Visuales de Nicanor Parra 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(Con información AP y EFE) DE