Un grupo de amigos del periodista estadunidense, Steven Sotloff, ayudados por expertos, borraron de internet toda mención a su pasado judío y a su nacionalidad israelí para tratar de salvarlo, en una campaña internacional desde que fue capturado en agosto de 2013.

 

Así lo han revelado varios amigos del periodista que, según un vídeo difundido el martes, fue decapitado en Siria por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

 

“Teníamos dos objetivos: localizar a todos sus amigos por el mundo -y no eran pocos- para convencerles de no hablaran con los medios, y convencer a los periodistas que escribían de él para que eliminaran cualquier mención a su relación con Israel y el hecho que era judío”, afirma uno de sus amigos en declaraciones al diario digital Ynet.

 

La campaña, en la que participaron más de 150 personas que hicieron un exhaustivo seguimiento de la red en 20 idiomas, incluyó también la búsqueda de todos los mensajes y páginas personales del periodista, que fueron borradas poco a poco para no despertar sospechas.

 

El objetivo fue minimizar la información sobre su pasado para “no empeorar las condiciones de su cautiverio”, a decir de otra fuente citada por el medio, ambas en el anonimato, y que recordó el caso del asesinato del también periodista judío Daniel Perl en 2002, en este caso en Pakistán.

 

A decir del Ynet, la recomendación a la familia de borrar su pasado judío e israelí de internet la hizo la Administración estadunidense, apelando al vídeo de la decapitación de Perl, en el que sus captores le hicieron recordar insistentemente su condición de judío y la relación de su familia con Israel.

 

El miércoles la prensa israelí publicó por primera vez que Sotloff tenía doble nacionalidad, y que se radicó en Israel en 2008 para estudiar un postgrado en el Centro Interdisciplinario de Herzliya.

 

El video de Sotloff se divulgó apenas trece días después de que el EI hiciera pública otra grabación que mostraba la decapitación del periodista estadounidense James Foley.

 

Por otro lado, una empresa privada estadunidense de seguridad dirigida por una experta israelí se ha atribuido la publicación en abierto por internet del vídeo de la decapitación de Sotloff que, a decir de sus captores, no pensaban divulgar en ese momento.

 

Según la versión del diario, el vídeo fue extraído de servidores usados por grupos islamistas, entre ellos el EI, y subido a la red “para exponer la verdadera cara del terrorismo islámico”.

 

Sobre el terror que siembra a su paso el Estado Islámica, ayer capturaron a más de 70 jóvenes en la población de Tal Ali, en la provincia de Kirkuk (norte de Irak).

 

Los secuestrados son habitantes de esa aldea suní, en la que fue quemada una bandera del EI, por lo que la acción puede ser un acto de venganza y un forma de reclutar a nuevos combatientes.

 

Decenas de yihadistas cercaron el pueblo, que se encuentra 80 kilómetros al suroeste de la ciudad de Kirkuk, y posteriormente entraran en él y perpetraron el secuestro.

 

Los jóvenes fueron amenazados y conducidos a un lugar desconocido.