Familiares y menores rescatados del albergue “La Gran Familia”, ubicado en Zamora, Michoacán, se reunieron con integrantes de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), para solicitar protección, acompañamiento y asesoría.

 

Durante una reunión con los rescatados, el comisionado Julio Hernández Barros explicó que el personal médico y técnico de la CEAV permanece asistiendo a las 600 personas, entre ellas 400 menores, que fueron recuperadas del lugar a través de un operativo desplegado por las autoridades federales y estatales. Aclaró que se trabaja intensamente para que los infantes retornen a sus hogares, sanos y salvos.

 

Hernández Barros dijo que cada una de las víctimas tiene situaciones diferentes y no se trata solamente de acompañarlas en el proceso penal.

 

“Tienen otros problemas que no son comunes a todos. Algunos han sido víctimas de abuso laboral, otros han sido víctimas de delitos sexuales, otros de lesiones y de tratos infamantes; hemos vistos personas que han sido tatuadas con números o con señas particulares del albergue, muchas que han sido quemadas, otras que han sido lesionadas”.

 

El comisionado comentó que los documentos de identidad de muchos de esos niños fueron desaparecidos, con lo que se violó uno de sus derechos básicos.

 

Explicó que la comisión trabaja en la propuesta de una figura de custodia provisional de niños, a través de familias, que quisieran tenerlos en su seno, sin fines de adopción, mientras son retornados a sus familias originales.

 

Aclaró que la opción de la adopción vendría después, “únicamente si se comprueba que no existen condiciones adecuadas para que permanezcan con sus familiares originarios”.

 

En su oportunidad, María Ampudia, de la Organización de la Sociedad Civil denominada “Y quién habla por mí”, dijo que la CEAV ha respondido adecuadamente a los reclamos de las víctimas del albergue, dando cara, atendiéndolas en todo momento y coadyuvando a que se reincorporen a un proyecto de vida digno.

 

Finalmente, algunos de los menores sostuvieron que al realizar su denuncia y ser atendidas por el personal médico y especialistas de la CEAV, se sienten más tranquilas y seguras, en espera de que casos como el de Zamora no se repitan en ninguna parte del país.

 

 

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