Viene la hora de las definiciones perredistas.

 

Sobre todo de quienes pretenden quitar el control a Los Chuchos.

 

Es el turno para Cuauhtémoc Cárdenas y Marcelo Ebrard.

 

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Si quieren reorientar al Partido de la Revolución Democrática (PRD) de acuerdo con su discurso, el primero para abolir la vida tribal y el segundo para rescatarlo de la influencia del gobierno, es su mejor momento.

 

Pero deberán hacerlo en las urnas y no se ve cómo podrían ganar.

 

De acuerdo al presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, van muy bien los preparativos para organizar las votaciones de las cuales saldrán todos los consejeros.

 

La tarea no es simple, habida cuenta del sin fin de elecciones anuladas al PRD por anomalías de todas las corrientes, las triunfadoras y las derrotadas.

 

Un dato da cuenta de este pecado ancestral: la pretensión era votar consejeros municipales, estatales, distritales y nacionales hacia el 24 de agosto, pero el dirigente Jesús Zambrano pidió la organización del INE para frenar las críticas previsibles de los perdedores.

 

Como seguía la afiliación de militantes y la estructura de Córdova no estaba preparada, este proceso se pospuso dos semanas, para el 7 de septiembre.

 

PRIMERA FASE EN LA SUCESIÓN DEL PARTIDO

 

Tanto los viejos como los nuevos militantes del PRD pasan por la criba del INE de Lorenzo Córdova.

 

Y todos están convocados a participar en el proceso para elegir a quienes habrán de representarlos en los órganos del partido en distintos niveles de su estructura: nacionales, estatales, municipales y distritales.

 

Si Cuauhtémoc Cárdenas, Marcelo Ebrard y quienes los apoyan alcanzan suficientes consejeros simpatizantes, tendrán alguna posibilidad de competir un mes después en la elección del nuevo presidente del partido.

 

Y para dirigir al PRD deberán derrotar en octubre a Carlos Navarrete, el candidato de Nueva Izquierda (NI) o Los Chuchos.

 

Desde hace tiempo éstos conservan una mayoría impresionante y ascendente en el Consejo Nacional, ese selecto grupo ligeramente superior a 300 perredistas, donde se toman las decisiones fundamentales cuyo voto decidirá al sucesor de Jesús Zambrano.

 

Tanto Zambrano como el propio Navarrete aseguran desconocer si conservarán el dominio con aproximadamente 70% de los asientos del Consejo porque, dicen en palabras similares, “no sabemos quiénes se han afiliado”.

 

Es decir, no saben si simpatizan con ellos u otras tribus, con Los Chuchos o René Bejarano, si están de acuerdo con el diálogo con el gobierno o se oponen a cualquier pacto.

 

Pero Cárdenas, Ebrard y sus impulsores no tienen margen de error: si tras la votación del 7 de septiembre no cuentan con una mayoría aplastante -digamos más de 200 consejeros nacionales-, no estarán en la contienda.

 

Y se quedarán con sus silbidos en la loma René Bejarano, Amalia García, Carlos Heredia y quienes reclaman a Los Chuchos hacerse a un lado para la elección de octubre.

 

Estos estarían locos si renunciaran al control del PRD.

 

CÁRDENAS ACOMPAÑA A MANCERA A PERÚ

 

1.- A propósito de Cuauhtémoc Cárdenas, acompañó al jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Miguel Mancera, a su viaje a Perú y a su entrevista con Ollanta Humala.

 

Suyo es el mérito de la entrevista mayor a 40 minutos y de los acuerdos y compromisos logrados en ella, entre otros aspectos haber metido el tema de la discusión del salario mínimo como elemento de justicia en la región.

 

Y 2.- el coordinador priista en el Senado de la República, Emilio Gamboa, ya puso cifras y tiempos para los beneficios de las reformas.

 

La energética, precisó, reducirá en más de 85% la importación de fertilizantes y de esa manera habrá mejor abasto a los campesinos y reducción de precios de los alimentos.

 

Y para 2018 la economía crecerá 1% adicional para crear 500 mil empleos, sobre todo para egresados de universidades.