La jefa delegacional en Iztacalco, Elizabeth Mateos Hernández, informó que el pasado viernes fueron suspendidas tres fiestas clandestinas conocidas como perreos, en donde participaban 700 jóvenes, entre ellos menores de edad, a quienes se les venden bebidas alcohólicas y drogas.
En conferencia de prensa, la delegada indicó que el 1 de agosto se suspendieron tres fiestas clandestinas: una en Sur 20 esquina con Oriente 259, en la que participaban 300 jóvenes; otra en Oriente 219, entre Sur 16 y Sur 20, donde participaban 200 jóvenes, ambas en la colonia Agricola Oriental.
El tercer perreo suspendido fue en Oriente 110 esquina Sur 109, en la colonia Juventino Rosas, donde se encontraban 200 jóvenes, sumando así 700 en las tres fiestas clandestinas suspendidas.
Las edades de los participantes, precisó Mateos Hernández, van de los 14 a los 20 años de edad.
“Este trabajo lo realizaremos todos los fines de semana porque ya vimos que es una situación que desafortunadamente está prevaleciendo”, advirtió la delegada de Iztacalco.
Mateos Hernández precisó que es a través de la demanda ciudadana como se ubican los puntos donde hacen estas fiestas clandestinas conocidas como perreos, que regularmente se celebran en bodegas o terrenos destinados para otro fin.
Cuestionada sobre si los organizadores de las fiestas integrarían una red clandestina, la delegada aseveró que hasta ahora no han detectado que se trate de alguna agrupación y que sólo son eventos aislados.
“Los dueños (de los lugares) aducen que ellos prestaron la casa o la bodega para otra situación y que de repente demeritó en una fiesta donde estaban cobrando y estaban vendiendo este tipo de bebidas (alcohólicos) y drogas”, añadió.
Esta situación, admitió la funcionaria, nos lleva a pensar en una campaña para prevenir a los padres de familia sobre el tipo de fiestas a las que pueden acudir sus hijos y la venta de alcohol y droga a la que tienen acceso.