Los residuos plásticos provocan unas pérdidas económicas de 13 mil millones de dólares al ser arrojados al mar en el mundo, cada vez más amenazado por los “microplásticos”, advirtió un informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

 

Aunque la mayor parte de los costes financieros de usar plástico derivan de los daños provocados por los gases de efecto invernadero que se emiten al procesar las materias primas con las que se fabrican, los perjuicios ocasionados por el plástico vertido en los ecosistemas marinos están siendo “subestimados”, alerta el PNUMA.

 

Los vertidos de ese material aumentan la mortalidad de animales como las tortugas, delfines o ballenas; dañan los corales y son una importante fuente de contaminación química, que llega hasta los humanos tras ser ingeridos por peces o al afectar a las playas.  Los microplásticos, partículas de 5 milímetros de diámetro, son el principal agente de contaminación por esta vía, al ser ingeridos por peces, pájaros, crustáceos e incluso plancton.

 

Aquellos incorporados a productos de consumo como la pasta de dientes, no desaparecen en el proceso de depuración de aguas residuales y terminan en el mar, los ríos y lagos.  Sin embargo, los patrones de consumo y la creciente población mundial no hará sino aumentar el consumo de plásticos, por lo que el informe de la ONU apela a empresas, instituciones y consumidores a reducir su uso y a controlar su “huella de plástico”, un nuevo término que recomienda usar para controlar el uso de ese material.

 

No en vano, las empresas de productos de consumo ahorran cada año 2, 947 millones de euros mediante el reciclaje de plástico.   “No podemos vivir sin plástico, pero podemos evitar que el plástico domine nuestros paisajes”, aseguró el director ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner, en una rueda de prensa.

 

La científica jefe del PNUMA, Jacqueline McGlade, reconoció que los plásticos son “un problema desde hace mucho tiempo” que no puede ser ignorado en la actualidad, tampoco por sus relativamente desconocidos efectos sobre los ecosistemas marinos.

 

Basureros flotantes

 

Además del problema que conllevan estos microplásticos, el no tener a dónde dirigirlos ha convertido a los océanos en grandes contenedores de ellos.

 

Una jornada en España ha demostrado que existen cinco enormes acumulaciones de residuos plásticos en el océano abierto. La Expedición Malaspina, liderada  por  el  Consejo  Superior  de  Investigaciones  Científicas (CSIC), afirmó que estas acumulaciones coinciden con los cinco grandes giros de circulación de agua superficial oceánica.

 

Además de la ya conocida acumulación de basura plástica del Pacifico Norte, existen acumulaciones similares en el centro del Atlántico Norte, el Pacífico Sur, el Atlántico Sur y el Océano Indico. Sin embargo, las aguas superficiales del centro de los océanos podrían no ser el destino final de los residuos plásticos ya que grandes  cantidades  de microplásticos podrían estar pasando a la cadena alimenticia marina y a los fondos oceánicos, indicó  un  estudio  de  la  expedición.

 

“Las  corrientes oceánicas transportan  los objetos plásticos, que se resquebrajan en fragmentos  cada  vez  más  pequeños  debido  a  la  radiación  solar.  Esos  pequeños fragmentos de plástico, conocidos como microplásticos, pueden llegar a durar cientos de años y fueron detectados en el 88% de la superficie oceánica muestreada durante la Expedición Malaspina 2010”, explica el investigador Andrés Cózar, de la Universidad de Cádiz.

 

Según los autores del estudio, los resultados obtenidos por la Expedición Malaspina muestran que el problema de la contaminación por residuos plásticos tiene carácter planetario.  Los  principales  residuos  encontrados  son  polietileno  y  polipropileno, polímeros  empleados  en  la  elaboración de  productos  de  uso  diario  como  bolsas, contenedores de bebida y comida, utensilios de cocina y juguetes, entre otros.