BERLÍN. El escándalo en torno a las actividades de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) en Alemania cobró una nueva dimensión tras la detención de un agente alemán por presunto contraespionaje, ya que al parecer filtró a EU información de la comisión parlamentaria creada para investigar ese asunto.
 
El sospechoso, de 31 años y miembro de los servicios secretos alemanes, habría estado ejerciendo durante dos años de doble agente al servicio de la NSA estadunidense, según informaciones coincidentes del semanario Der Spiegel y el periódico Süddeutsche Zeitung.

 

La detención se practicó por orden de la fiscalía federal, que el mismo jueves procedió a comunicarlo a la comisión de secretos oficiales del Parlamento y a la que investiga el escándalo del espionaje masivo de Estados Unidos, así como a la canciller alemana, Angela Merkel.

 

Según la edición digital de Der Spiegel, el hombre habría confesado que vendía sus servicios a Washington y recibía las instrucciones a través de la embajada estadunidense en Berlín.

 

Se asegura que el presunto doble agente filtró 218 documentos internos alemanes, incluidas tres actas relacionadas con las pesquisas de la comisión investigadora del Bundestag (Parlamento federal).

 

A cambio de esos servicios, habría percibido 25 mil euros del espionaje estadunidense, que le fueron transferidos en un encuentro en Austria.

 

El periódico Süddeutsche Zeitung indica que el sospechoso trató de contactar con los servicios secretos rusos, aunque se desconoce si también transfirió información en esa dirección.

 

Las noticias difundidas por los citados medios, así como la televisión pública ARD, no han sido de momento confirmadas por ningún estamento oficial.

Asimismo, el vocero del Gobierno alemán, Steffen Seibert, rehusó dar más datos al respecto, indicó que Berlín se tomaba el asunto “muy en serio” y explicó que Merkel había sido informada del asunto el mismo jueves.

El vocero declinó comentar si la canciller había abordado la cuestión con el presidente estadunidense, Barack Obama, en la conversación mantenida en relación al conflicto de Ucrania.

 

Pocas horas después de esta reacción, el Ministerio de Exteriores anunciaba, en un breve comunicado, que se había “convocado” al embajador de Estados Unidos Stephan Steinlein a una “conversación” en relación con el caso.

Más allá de las lacónicas explicaciones de la fiscalía y el Gobierno, el caso del presunto doble agente desató una ola de reacciones de indignación por parte de los miembros de la comisión del Bundestag que investiga las actividades de la NSA, quienes exigen el completo esclarecimiento del asunto.

Las actividades de la NSA en Alemania han creado persistentes tensiones entre Berlín y Washington.

Las revelaciones en torno al presunto doble agente siguen a la declaración ante la comisión parlamentaria de los extécnicos de la NSA Thomas Drake y William Binney, quien afirmó que el espionaje estadunidense actúa con procedimientos propios de dictaduras.