Alejandro Martínez, homosexual de 41 años, recuerda que su primera Marcha del Orgullo Gay fue hace 20 años, cuando las batallas políticas y las demandas sociales eran el objetivo primordial de esta movilización, lo que hoy a quedado en el olvido, según su testimonio.
“Es triste porque después de vivir una época en la que luchamos juntos por el respeto de los demás, hoy no podemos respetarnos entre nosotros mismos… y eso es un retroceso”.
Hoy existe mucha rivalidad entre los integrantes del mismo contingente, ahora el desfile se llena de insultos y burlas entre transexuales, travestidos, “osos”, “jotas”, “rockeras” y “chacales”, que incluso puede terminar en golpes.
También se volvió más preocupante saber qué atuendo llevarás, con qué te embriagarás y a quién te ligarás.
“Y no, no estoy diciendo que sea bueno o malo, no, simplemente que en la marcha hace años eso era al final, cuando ya habías escuchado el discurso de cierre, ahora ya muchos ni lo esperan, quizá no saben ni siquiera que hay un discurso al final”, nos dice Martínez.
Foto: Cuartoscuro | Marcha del orgullo 2013
“Tengo excelentes recuerdos (de las primeras marchas), ya que en ese entonces era un movimiento de protesta, repartían propaganda política donde claramente podíamos leer que se había logrado y porqué se estaba luchando”, rememora Alejandro.
Entonces se gritaba a todo pulmón y se hermanaban por los mismos ideales, “te sentías en un mismo grupo”, porque aunque no conocieras a los demás, igual te abrazabas a ellos para gritar.
Foto: Tomada del facebook de Jaime Rubén Morales | Marcha del orgullo 1981
“Y con el simple hecho de salir a las calles nos dio a todos una idea muy poderosa: ‘No somos poquitos’“, rememora.
Foto: Tomada del facebook de Jaime Rubén Morales | Marcha del orgullo 1981
Así pasaron los años y a la par que se fueron ganando espacios y respeto para las “parejitas” tomadas de la mano en las calles, “algo que hace 20 años no ocurría”, el objetivo del evento se fue transformando.
Si algo se ha conseguido con este evento anual, reconoce, es que “gracias a esos primeros valientes” que salieron a marchar es posible que ahora los jóvenes puedan desfilar por las calles con más libertad.
Foto: Tomada del facebook de Jaime Rubén Morales | Marcha del orgullo 1981
Sin embargo, agrega, las cosas cambiaron y dejaron el sentido social. “Ahora ya no estamos interesados en las propuestas políticas, ya no nos interesan los asesinatos al colectivo u otros temas importantes”.
Pues entre otras cosas, es claro que la marcha del orgullo se volvió uno de los negocios más jugosos para empresarios e incluso para partido políticos.
Ahora no entra un auto a desfilar a menos que se pague una cuota, por lo que no es extraño ver más coches alegóricos de antros, sex shops y de partidos anunciándose como los mejores para el contingente.
Foto: Tomada del facebook de Jaime Rubén Morales | Marcha del orgullo 1981
“Estoy orgulloso de haber podido marchar en esos tiempos para que ahora las nuevas generaciones puedan hacerlo como ellas quieran: echando la fiesta, encuerándose, ligando y hasta chupando, porque es un carnaval para festejar los avances para la comunidad, pero si no hacemos algo por respetarnos nosotros mismos no vamos a llegar a ningún lado”, asegura nuestro entrevistado.
Foto: Cuartoscuro | Marcha del orgullo 2013
Actualmente Martínez ya no asiste a las marchas con el afán de pedir por derechos, “esos ya los pelearemos cada uno cuando se transgredan, es un precio que decidimos pagar al dejar de ser solidarios”, finaliza.
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