MANAOS, Brasil.- Estados Unidos dejó al borde de la muerte a Portugal. Al borde, sí, pero vivos. Mala suerte del equipo estadounidense que tuvo hasta la última jugada la clasificación a la Segunda Ronda, y terminó recibiendo el empate 2-2 en el último suspiro.

 

 

Portugal menospreció al rival probablemente. Habrían pensado que en un juego con los pies los del norte de América no eran tan buenos. Típico prejuicio aquí. Nadie le da un crédito al conjunto de las barras y las estrellas, a excepción de los mexicanos, que han sufrido en carne propia la potencia, técnica y mentalidad de los dirigidos ahora por Juergen Klinsmann.

 
Y más se confió Portugal cuando apenas en los cinco primeros minutos ya iba ganando con un gol de Nani, con cierta facilidad. Incluso, los comentarios de la prensa mundial observando el encuentro, anticiparon que se le venía encima una goleada a los estadounidenses. Mal juicio, porque ese es un equipo que nunca se vence, con una impecable preparación física, delanteros que culminan las jugadas y que además, se da el lujo de salir jugando desde el fondo de su terreno.

 
Los portugueses tuvieron sus mejores oportunidades justo por ese hecho, ya que los americanos perdieron muchos balones en la salida, y después pararon apuros para evitar tantos del rival. Hay que reconocer que el portero Tim Howard, salvó a su arco por lo menos en tres oportunidades, que tampoco muestran el supuesto poderío del equipo que cuenta con el también supuesto mejor jugador del mundo.

 
Cristiano Ronaldo tuvo todavía menos oportunidades de entrar en el juego que contra Alemania, en el primer duelo de los lusitanos. Pero, suyo fue el centro (que no pase) del gol del angustioso empate, que ni siquiera fue celebrado por los europeos.

 
Estados Unidos le dio la vuelta al marcador con dos goles de fina factura. Germain Jones hizo su propia versión del tanto de Lionel Messi la víspera ante Irán en el minuto 64. Y después, Clint Demsey puso el 2-1 en el minuto 81.

 
¿De dónde se sacó el árbitro argentino Néstor Pitana que había que agregar cinco minutos al juego? Porque no hubo tantas interrupciones al juego. En fin, el caso es que en el minuto 95 justo, llegó el gol salvador de Silvestre Varela, con la cabeza, en un potente remate a quemarropa que dejó a Howard tomándose la cabeza con las manos lleno de incredulidad.

 
Ahora, Estados Unidos puede calificar aun perdiendo ante Alemania en el partido decisivo, siempre que no sea por muchos goles. Portugal (-4 en diferencia de goles) tiene que vapulear a Ghana para tener oportunidad, cosa que se ve difícil. De hecho, es más probable que pasen los africanos si ganan y Alemania les ayuda, que los portugueses.