Vaya que la tenía complicada Emilio Gamboa.
Por un lado, los perredistas que abandonaron desde el viernes pasado el debate en comisiones, acusando “ilegalidad” en los acuerdos tomados por priistas y panistas encabezados por David Penchyna (PRI) y Raúl Gracia (PAN) para acotarles al mínimo el debate en comisiones sobre las leyes energéticas.
Por el otro, el enojo de los propios presidentes de las comisiones de Energía y de Estudios Legislativos -Penchyna y Gracia- que aguantaron horas y horas reclamos y denuestos de perredistas y petistas. De ningún modo, advertían, se echarían para atrás y menos reconocerían que habían violado el reglamento.
Tres días transcurrieron sin trabajos en las comisiones, hasta que el líder priista le encontró la cuadratura al círculo (luego de calmar a las fieras de su partido) y le hizo llegar la propuesta al jefe de la bancada perredista, Miguel Barbosa. Iba en este sentido:
-(Los priistas) se comprometían a respetar el debate en el pleno del Senado, tal y como lo indica el reglamento -y no como acordaron en comisiones, reduciéndolo a un solo bloque de 15 minutos por senador para plantear todas sus reservas-, a cambio de que los perredistas volvieran a los trabajos en comisiones bajo las reglas que consideran violatorias.
Asimismo, se tendrían dos opiniones encontradas sobre la violación o no de los acuerdos tomados por PRI y PAN para realizar el debate en comisiones que ocasionó el desaguisado:
-En la Mesa Directiva considerarían violatorio el procedimiento; en tanto que la Comisión de Prácticas Parlamentarias lo declararía legal.
Un empate aparente, pues, que permitiría a priistas y panistas salvar cara, a cambio de la promesa de respetar el reglamento cuando la discusión llegue al pleno del Senado.
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INCONFORMES, PERO ACEPTAN.- A lo largo de la mañana, los perredistas discutieron a puertas cerradas la propuesta de Gamboa y finalmente decidieron aceptarla.
A decir de Barbosa, aceptaban las condiciones que proponía Gamboa -aun cuando se sostenían en que era ilegal lo sucedido en comisiones- por una razón primordial: la confianza que tienen en el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Raúl Cervantes (PRI).
“(Volvemos) porque sabemos que quien va a conducir en el pleno es un hombre honesto, probo, conocedor de la norma”, diría.
Este punto lo subrayó Barbosa durante la conferencia que ofreció para dar a conocer el retorno del PRD a los trabajos de las comisiones unidas en materia energética, marcando –sin necesidad de mencionar su nombre- la diferencia de trato y respeto que les merecía Penchyna.
Vuelven pues los perredistas a la mesa con la certeza de que en el pleno habrá discusión en lo general, reservas en lo particular, votación en lo general, reservas y presentación de reservas en lo particular de manera libre. Y cada quien podrá decidir cómo las presenta.
Ah, y de paso, se podrá revisar el quórum en cualquier momento, aun cuando se encuentren en sesión permanente. Es lo que les prometieron.
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PRIMERA VISITA A OAXACA.- ¿Creerían que en lo que va del sexenio Enrique Peña Nieto no ha puesto un pie en Oaxaca? Pues sí, es el único estado del país que Peña no ha visitado como Presidente de la República, porque sus visitas se han cancelado de última hora.
¿La razón? Ni el senador Benjamín Robles (PRD) lo sabe. ¿Animadversión a Gabino Cué? No lo cree. Incluso, apunta, el gobernador oaxaqueño ha estado en los actos que lo ha invitado el Presidente.
Acaso, desliza el legislador oaxaqueño, mucho temor (a los maestros y a las protestas) de parte de su equipo de logística.
Sea cual sea la razón, hoy esto podría llegar a su fin pues está programada una gira de Peña Nieto a San Pedro Tututepec (en La Costa) para poner en marcha un centro de acopio de leche.
Si no hay cambio alguno, el jefe del Ejecutivo irá acompañado de Rosario Robles, secretaria de Sedesol; Hector Pablo Ramírez Puga, director de Liconsa, y estará presente Cué.
PD: ¿Qué creen? Que sí se suspendió la gira “por razones climatológicas”.
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LOMELÍN TOMA EL TIMÓN.- Ni tiempo dio Emilio Chuayffet a que se enfriara el cadáver. Ayer mismo -luego de la remoción de Fausto Alzati de la Dirección General de Televisión Educativa (DGTVE)-, pidió a Gustavo Lomelín se hiciera cargo del barco.
Lomelín -ex vocero del IFE- conoce de cerca a Enrique Peña Nieto y a su equipo pues trabajó en la televisión mexiquense durante el sexenio del de Atlacomulco. Además, ya tenía su espacio en la propia DGTVE como director de Noticias.
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GEMAS: Y ahora es el PAN el que se levanta de la negociación…