BERLÍN. El semanario Der Spiegel publicó información relativa a los documentos filtrados por Edward Snowden en materia de espionaje estadunidense; en ésta ocasión, apunta al establecimiento de una base en Alemana desde donde la NSA realiza inteligencia de información.

De acuerdo con esa publicación, la jefatura de la NSA decidió en 2003 reforzar su personal y operaciones en Alemania, desde donde un grupo de analistas centraliza sus observaciones sobre grupos terroristas localizados en el norte de África.

Fruto de estas informaciones habría sido una serie de operaciones destinadas a la “detención o muerte de más de 40 terroristas”, cita el semanario alemán, según el cual estas acciones entran en la lucha antiterrorista de EU en África.

El grupo de analistas ha estado trabajando desde una delegación de la NSA en Griesheim, junto a Darmstadt (oeste), mientras que el grueso de los agentes que operan en Alemania -algunos de ellos con estatus diplomático-, se sitúa en los 200 efectivos.

El material recabado en Griesheim habría servido para lanzar un total de 26 misiones de reconocimiento o espionaje sobre el norte de África.

Estas operaciones estuvieron en parte coordinadas con los servicios secretos británicos, añade ese medio, y para ello se interceptaron masivamente comunicaciones, con contenidos completos.

Der Spiegel afirma, asimismo, que a los aproximadamente 200 agentes operativos en Alemania se unen centenares de empleados de empresas privadas, contratados por la NSA.

El semanario asegura, además, que en la localidad bávara de Bad Aibling, donde está el centro de operaciones de la NSA en Alemania, trabajan conjuntamente expertos de los servicios secretos estadunidenses y alemanes.

Esta colaboración está regulada por un tratado bilateral, que permite a los servicios secretos estadunidenses “en casos especiales” la observación directa y escuchas a ciudadanos alemanes.

La difusión de estas informaciones se produce unos días después de que la comisión de investigación del Bundestag (cámara baja) decidiera desplazarse a interrogar en Moscú a Snowden y que la fiscalía federal abriera sumario contra la NSA por las escuchas al teléfono móvil de la canciller Angela Merkel.

En paralelo a esta decisión, el fiscal federal, Harald Range, ha abierto investigaciones contra “miembros desconocidos” de la NSA, como presuntos autores materiales del espionaje telefónico a la canciller, reveladas también a través de los documentos de Snowden.

Range se propone, asimismo, tomar declaración al exanalista y figura clave en las revelaciones del espionaje estadounidense para tener acceso directo a los documentos de la NSA.