El Grupo Beta lleva aproximadamente 40 personas al día  a la Casa del Migrante La Divina Providencia, para que reciban los diversos apoyos gratuitos, entre ellos se encuentras los migrantes que resultan afectados por las altas temperaturas.

 

La encargada de la estancia, Olga Escalante Bejarano, dijo que en las últimas semanas elementos de dicha instancia llevaron al albergue a dos connacionales deshidratados.

 

Recientemente, el director de la Unidad Municipal de Protección Civil, José Ramírez Muñoz, emitió una alerta meteorológica pues con la llegada de junio las temperaturas diurnas se mantienen por arriba de los 40 grados centígrados, a la sombra.

 

Dicha instancia, en coordinación con personal del Grupo Beta, adscrito al Instituto Nacional de Migración (INM), mantiene un operativo de rescate y apoyo a los migrantes que pueden ser afectados por las altas temperaturas.

 

En las zonas de cruce ilegal localizadas en el vecino condado de Yuma, desde hace muchos años se reportan tragedias, como es la muerte de migrantes por las altas temperaturas en la zona desértica.

 

Cabe recordar que el 6 de julio de 1980 un total de 13 migrantes mexicanos fallecieron, la mayoría por deshidratación, en el desierto de Yuma, en las inmediaciones del poblado Ajo, al norte de Sonoyta, Sonora.

 

Los decesos ocurrieron en terrenos del Parque Monumento Nacional del Cacto, y en ese entonces el superintendente del Servicio de Parques, Franklin Wallace, declaró que estas personas fueron abandonadas por los contrabandistas de humanos.

 

Otros 13 paisanos fueron rescatados con vida, pero en condiciones muy críticas y con daños en sus órganos internos debido a la insolación y la falta de agua.

 

Más de 20 años después, el 24 de mayo de 2001, otros 14 connacionales murieron después de que fueran abandonados cinco días antes por traficantes de indocumentados pese al intenso calor del desierto de Arizona.