El ejército de Tailandia ha desplegado a miles de soldados y policías en Bangkok, la capital, para detener a los manifestantes opositores que convocaron para este domingo a una protesta masiva en contra el golpe de Estado del pasado 22 de mayo.

 

Las autoridades cortaron calles, instalaron controles y retrasaron los horarios de apertura de los comercios de las “zonas rojas”, donde estaba previsto que hoy tuvieran lugar las protestas, como Ratchaprasong o Asok.

 

Treinta y ocho compañías de las tropas del ejército y la policía custodian los ocho puntos y las unidades de despliegue rápido están en estado de alerta, señaló el sudirector de la Comisaría General de Policía, coronel Somyos Pumphanmuang .

 

La intersección de Ratchaprasong, donde se encuentran varios de los principales centros comerciales y hoteles de lujo, es el centro de las operaciones contra los manifestantes.

 

Sombat Boongnarmanong , un activista de los “Camisas Rojas”, que apoyan a la ex primera ministra Yingluck Shinawatra, anunció que la manifestación se celebraría frente a un centro comercial, ubicado en la intersección .

 

Los manifestantes empezaron a congregarse pasado el mediodía en el exterior del centro comercial Terminal 21, que se levanta junto a la estación del metro elevado de Asok, donde extendieron una pancarta que ponía “Tailandia 1984”, en alusión a la obra de George Orwell.

 

Sombat ha sido uno de los cientos de políticos e intelectuales convocados por los militares del Consejo Nacional para la Paz y el Orden, que se hicieron del poder en Tailandia, pero ha ignorado la orden.

 

Las autoridades también cerraron varias estaciones del servicio del transporte, como el metro y el tren elevado en las intersecciones claves de la ciudad.

 

El ejército tomó el poder el mes pasado, alegando que tenía que restaurar el orden después de siete meses de manifestaciones contra el gobierno ahora derrocado, que era culpable directo de la violencia.

 

Sin embargo, desde el golpe, los manifestantes pro-democracia han salido a las calles casi todos los días, marchando a través de Bangkok. No se han reportado lesiones, pero la Junta Militar advirtió que empleará la fuerza si es necesario.

 

En un discurso televisado la noche del viernes, el jefe castrense y líder golpista, general Prayuth Chan-ocha, aseguró que el ejército necesitará tiempo para reconciliar a las fuerzas políticas antagónicas de Tailandia y sacar adelante las reformas.