“Por mi voz ya no hablará la voz del Ejército Zapatista de Liberación Nacional”. Así se despidió el sub comandante Marcos, quien la madrugada de ayer dejó de existir, revelando que en 20 años de lucha zapatista su personaje sólo fue un holograma similar, incluso, a una botarga.

 

A las 2:08 de la madrugada de este domingo, enclavado en las montañas del Sureste mexicano, Marcos dio su último discurso después de 20 años de lucha Zapatista. Entre los demás subcomandantes declaró que a partir de ese momento deja de existir el conocido como Subcomandante Insurgente Marcos, el autodenominado “subcomandante de acero inoxidable”.

 

Ahora, la voz del EZLN la asume el subcomandante Galeano, otro personaje creado en honor a José Luis Solís López Galeano, líder zapatista asesinado el 2 de mayo por grupos afines al PRI y PVEM.

 

“Pensamos que es necesario que uno de nosotros muera para que Galeano viva. Y para que esa impertinente que es la muerte quede satisfecha, en su lugar de Galeano ponemos otro nombre para que Galeano viva y la muerte se lleve no una vida, sino un nombre solamente, unas letras vaciadas de todo sentido, sin historia propia, sin vida. Así que hemos decidido que Marcos deje de existir hoy”, declaró Marcos.

 

Así que el relevo de mando no se da por enfermedad o muerte, ni por desplazamiento interno, purga o depuración. “Se da lógicamente de acuerdo a los cambios internos que ha tenido y tiene el EZLN”, indicó.

 

La construcción del personaje

 

En el comunicado leído por Marcos da cuenta de la creación de su personaje  que creció desde los inicios del EZLN el 1 de enero de 1994 contra la represión del gobierno priista.

 

“Marcos un día tenía los ojos azules, otro día los tenía verdes, o cafés, o miel, o negros, todo dependiendo de quién hiciera la entrevista y tomara la foto. Así fue reserva en equipos de futbol profesional, empleado en tiendas departamentales, chofer, filósofo, cineasta, y los etcéteras que pueden encontrar en los medios de paga de esos calendarios y en diversas geografías. Había un Marcos para cada ocasión, es decir, para cada entrevista. Y no fue fácil, créanme, no había entonces wikipedia y si venían del Estado Español tenía que investigar si el corte inglés, por ejemplo, era un corte de traje típico de Inglaterra, una tienda de abarrotes, o una tienda departamental”, aseveró.

 

Más aún, Marcos dijo sin titubear que el personaje era una botarga.

 

“Antes del amanecer de 1994, pasé 10 años en estas montañas. Conocí y traté personalmente a algunos en cuya muerte morimos un mucho. Conozco y trato desde entonces con otros y otras más que hoy están aquí como nosotros. Empezó entonces la construcción del personaje llamado Marcos”, sostuvo.

 

El último gran truco del holograma, dijo, fue simular enfermedad terminal e, incluso, todas las muertes que ha padecido.

 

“Los principales colaboradores involuntarios del rumor de enfermedad y muerte han sido los ‘expertos en zapatología’ que en la soberbia Jovel y en la caótica Ciudad de México presumen su cercanía con el zapatismo y el profundo conocimiento que de él tienen, además, claro, de los policías que también cobran como periodistas, de los periodistas que cobran como policías, y de l@s periodistas que sólo cobran, y mal, como periodistas”, aseveró.

 

Al anunciar que deja de existir, Marcos aseguró que la lucha zapatista continúa.