A cuatro años de que autoridades señalaron al bullying como un problema dentro de las escuelas y lanzaron programas para combatirlo, los casos van en aumento y cada vez son más visibles.

 

Esta semana se dieron a conocer tres hechos en distintos estados de la República. En Tamaulipas los compañeros de Héctor Alejandro Méndez Ramírez lo columpiaron dentro del salón de clases para molestarlo sin que la maestra detuviera la acción. Durante el “juego” el menor sufrió un traumatismo craneoencefálico, días después falleció.

 

Mientras Rebeca Ramírez, la madre del menor, afirmaba que lo sucedido a su hijo no se trató de un juego sino de un asesinato y presentaba las denuncias correspondientes en contra de los agresores y la maestra que se encontraba a cargo del grupo, otros casos salían a la luz en varios estados del país.

 

El miércoles circuló en internet un video donde una estudiante del Colegio de Bachilleres somete a otra de sus compañeras, insultándola y después derribándola en el piso para patearla. La agresión ocurrió por una presunta difamación. Al final la menor pide perdón de rodillas para que dejen de golpearla.

 

La víspera apareció en la red otro video donde una estudiante de secundaria en Amozoc, Puebla, es golpeada por cuatro compañeras, presuntamente por usar lentes. En las imágenes se observa como la agresora tira al piso a la joven y con los puños la golpea en la cara; a su alrededor un grupo de estudiantes del plantel observa la pelea y ríe, sin intervenir.

 

Datos de la Procuraduría General de la República señalan que 8.8% de los alumnos de primaria y 5.6% de secundaria ejercen este tipo de violencia sobre sus compañeros. Incluso, 60% de los infantes agresores dijo disfrutar el sufrimiento de sus víctimas, según reportó una investigación de Brenda Mendoza González, académica de la Universidad Autónoma de Estado de México (UAEM).

 

Ante esta situación, los gobiernos han emprendido campañas en contra de este fenómeno. Desde 2012 en el Senado se discute la Ley General para la Prevención de la Violencia en el Entorno Escolar, presentada por Mario Delgado. Sin embargo, ésta y otras iniciativas referentes al tema no han llegado al pleno para su discusión.

 

En marzo pasado, la senadora Gabriela Cuevas presentó otra iniciativa para que la Secretaría de Educación Pública capacite a los docentes, para que éstos se involucren en las acciones que combatan el bullying.

 

Al mismo tiempo, cada entidad ha impulsado programas para detectar y reducir la violencia y el acoso al interior del aula, así como para fomentar la convivencia entre los estudiantes.

 

Es el caso de Tamaulipas, que desde el año pasado lanzó la campaña No más bullying, que incluye la capacitación a docentes, así como conferencias y talleres en las escuelas.

 

Incluso, en abril pasado los jueces de la Suprema Corte de Justicia atrajeron el primer caso de bullying de una menor del Estado de México, quien fue agredida por sus compañeros sin que la autoridad hiciera algo.

 

Ayer, el titular de la SEP, Emilio Chuayffet, anunció un programa piloto para prevenir y reducir el acoso dentro de los planteles, que iniciará a partir del último trimestre de este año, para que las autoridades escolares y los padres de familia detecten las acciones que desencadenan este fenómeno.

 

A pesar de estas acciones, la Comisión Nacional de Derechos Humanos reconoció que las quejas por violencia dentro de la escuela aumentaron de 163 a 252 casos en los últimos seis años.

 

Diversos estudios han señalado que en la secundaria es donde se registran más episodios de acoso, ya que siete de cada 10 menores han sido víctimas. Debido a esto, México ocupa el primer lugar de casos de violencia en este nivel educativo de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).