No ha agradado a las autoridades turísticas brasileñas el video oficial del Mundial.  Sucede que durante mucho tiempo, este país decidió simplificarse ante el mundo como si solamente fuera samba, mulatas con poca ropa y carnaval. En el acto, negó infinidad de tradiciones y géneros musicales que también es. Brasil resulta el quinto país más extenso del planeta, pero me atrevo a decir que ocuparía similar posición en una lista que se tratara de variedad social, cultural, geográfica: el amazónico, las dunas, el de las 180 lenguas indígenas aún habladas, el de los ritos africanos, el de las colonias polacas y alemanas, el de las pampas, el japonés, el cosmopolita, el de la favela, el de la playa (que se impone a todos los demás).

                  Sin embargo, tiempo atrás Brasil se limitó a eso y el mundo no lo saca de esa reducción.

 

Bajo los acordes de una canción muy pegajosa que sin duda será un éxito, Pitbull, Jennifer López y la local Claudia Leitte, aparecen en una especie de carnaval, rodeados por batucada y exactamente lo que el mundo esperaba: chicas ataviadas con trajes mínimos. Al tiempo que a la marca deportiva oficial del Mundial se le exigió sacar del mercado dos playeras que jugaban con el prejuicio de las voluptuosas y coquetas garotas, el video replicó algo parecido.

 

Imprescindible decir que si alguien pensaba que se vería algo diferente en el que será quizá el videoclip más visto del año, estaba equivocado. Y, me temo, en dicho prejuicio hará énfasis el Mundial, así como la cobertura que el común de las televisoras le den.

 

Vámonos cuatro años atrás. El videoclip de Sudáfrica 2010 tampoco revelaba ni lo que es la denominada “Nación arcoíris” ni lo que es el continente negro. Para colmo, el estribillo coreado por Shakira no era en alguno de los idiomas sudafricanos (por si se lo preguntaban, “waka” no significa nada en zulu ni en xhoza) y en la edición se veía la típica imagen de niños negros jugando futbol entre polvo en una cancha de tierra. Peor todavía, se dio incursión a la sensacional banda de Ciudad del Cabo, Freshlyground, apenas para que cantara una estrofa. ¿Por qué razón? Por la misma que ahora con Claudia Leitte: para que la gente del país anfitrión no se sienta excluida de la canción oficial (y eso que la espectacular Claudia se roba con su breve irrupción el video actual).

 

En resumen: que lo proyectado por el video de Shakira no describía en absoluto a Sudáfrica, así como lo proyectado ahora por Pitbull tampoco lo hace. Son tiempos muy cortos en los que se busca el más poderoso impacto sobre la audiencia más diversa y la solución inevitable es el estereotipo… Aunque eso contradiga lo que intentaba compartir con el mundo la oficina turística de Brasil.

 

La mayoría de los brasileños no se sienten representados por el carnaval, la samba y las mulatas contorsionando caderas. Los extranjeros los unificamos así, porque fueron antes sus autoridades las que se encargaron de autolimitarse a eso.

 

Un estereotipo que vende de maravilla y que no tiene fecha de caducidad. Un estereotipo relacionado por muchos con turismo sexual.

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