Miles e incluso millones de personas en el mundo se están registrando en redes sociales anónimas. ¿Qué los lleva a esta decisión?, la respuesta parece ser el derecho a ser invisible, aunque sea por un momento. Y esto toma relevancia en la semana en que el tema del derecho al olvido fue resuelto a favor de un ciudadano europeo y dio la vuelta al mundo como un tema en el que hay que poner el dedo en la llaga.

 

Si bien redes sociales como Facebook y Twitter han impuesto en la última década la idea de que es vital una identidad en línea ligada con cada usuario, parece que estar en la vitrina es abrumador.

 

El reflector en muchas ocasiones sirve y hasta está bien para compartir noticias agradables como un ascenso o la graduación de tu primo, hoy algunos quieren volver al anonimato.

 

Para la mayoría de los usuarios hay publicaciones que quisieran hacer pero se abstienen debido a que estas quedarían permanentemente en su registro, y eso no sería tan cómodo. Lo que explica por qué muchos corren a registrarse a otras redes emergentes, en las que nadie sabe quién es quién.

 

Si bien hay quienes tratan de interpretar el auge de estas redes emergentes como una respuesta a las revelaciones del ex técnico de la CIA, Edward Snowden, o como una forma de cuidar la privacidad; sin embargo, se aprecia más como una necesidad de descargar problemas, de decir cosas sin la necesidad de que lo dicho esté asociado siempre a un nombre.

 

El investigador en redes sociales, Anthony Rotolo, ha dicho que Facebook como la red más global se ha convertido en nuestra capa de comunicación con el mundo, y por tal “ya no es un medio para compartir pensamientos personales”.

 

Whisper (Susurro, en inglés) permite compartir pensamientos sin añadir tu nombre disponible para dispositivos Android e iOS.

 

¿Como funciona?, Sencillo, los usuarios suben “susurros” bajo un seudónimo que cada quien decida, y se coloca el texto sobre una imagen ya sea tomada  con la cámara del smarthphone o elegida en una base dentro de la propia aplicación.

 

Michael Heyward, cofundador y director ejecutivo de Whisper, cree que su aplicación (app) es atractiva porque aprovecha la preocupación por la “huella digital” de cada persona, algo de interés cada vez mayor, y la idea de todo lo que subes online puede rastrearse de regreso a ti.

 

Secret. Es más nueva y está disponible sólo para iPhone. Comparte pensamientos de forma anónima.

 

Creada por Chrys Bader y David Byttow, ex empleados de Google, esta app permite también divulgar pensamientos privados.

 

para lanzar un “secreto”  debes escribir tu texto y se elige un color o imagen de fondo y este se envía a los contactos que la usan, sin revelar quién lo publicó. Al tocar un icono de corazón, que aparece sobre la nota, para indicar que les gusta, “el secreto” se reenvía a sus contactos y así sucesivamente.

 

Confide y Rumr buscan, como Snapchat, dotar a sus usuarios de una plataforma en la que puedan enviar mensajes que se autodestruyen o que son anónimos pero sólo dentro de su círculo de amigos.

 

SI bien, cuando Snapchat crecía en popularidad a fines de 2012, Facebook lanzó una aplicación prácticamente idéntica llamada Poke, la cual hoy sigue en el anonimato de las tiendas de apps.

 

Sin embargo, pareciera que el gigante de Zuckerberg ya estaría volteando ante el creciente deseo por compartir cosas de forma anónima de millones de usuarios.

 

Ello luego de que el Whisper genera 3 mil 500 millones de páginas vistas por mes, según el Jeremy Liew, socio de Lightspeed. Quien señala que Secret es demasiado nuevo para medir el consumo aún.

 

Yik Yak  Por último esta app recoge las impresiones anónimas de los usuarios que posteriormente están accesibles para todas las personas que utilicen la aplicación en la zona.

Esta app para el móvil emplea la geolocalización del dispositivo, para ofrecer los tablones relativos a la zona en un radio de poco más de 2 kilómetros a la redonda.

 

El lado B

 

Por supuesto estas redes tienen un lado oscuro, o al menos preocupante. Uno de ellos es que pueden propagar mentiras o generar rumores que afecten a terceros.

 

Otro riesgo de estas es el bullying. La gente puede usar este tipo de plataformas para acosar constantemente a otros revelando supuestos detalles de sus vidas privadas.

 

Por el momento parece ser que Facebook o a Twitter no serán sustituidas en un futuro inmediato, pero es verdad que las redes sociales anónimas otorgan un espacio de descarga emocional en el que la gente, con la tranquilidad de no ser identificada, siente que tiene más libertad, con todo lo que ello implica. (Con información de BBC News)