El Senado de la República, consideró el Instituto Nacional Electoral (INE), incurre en omisión legislativa al incumplir el plazo para aprobar las leyes secundarias en materia político-electoral.

 

Los consejeros electorales pidieron a los senadores, quienes negocian la reforma, que busquen consensos basados en conservar el espíritu del nuevo sistema electoral, promulgado en febrero pasado, y no, por caprichos de los partidos políticos.

 

De acuerdo con los cambios constitucionales, la cámara alta tenía como fecha fatal el 30 de abril para aprobar las leyes secundarias, que otorguen las facultades completas al INE. La negociación se ha retrasado en un contexto de la recta final de la elección interna de la dirigencia nacional del PAN.

 

Al respecto, aunque los miembros del instituto señalaron que no pretenden entrar en confrontaciones con el Senado, manifestaron que su responsabilidad conferida en el Poder Legislativo está por encima de las luchas o intereses de partidos.

 

Para el consejero Arturo Sánchez, aunque no haya leyes secundarias, en el órgano electoral “no estamos sentados no más esperando a que legislen, estamos previendo muchas cosas”.

 

Al interior del Instituto Nacional Electoral se analizan los posibles escenarios, entre los cuales se encuentra la discusión de si pueden ejercer sus nuevas facultades aun sin legislación secundaria, como el nombramiento de consejeros electorales locales o la facultad de atracción de comicios en los estados.

 

Por su parte, Lorenzo Córdova, presidente del organismo, reiteró que la organización de las elecciones de 2015, en las cuales se renovará la Cámara de Diputados y se elegirán nueve gobernadores, no están en riesgo.

 

“El INE está preparado para organizar el proceso electoral de 2015 haya o no leyes secundarias (…) cómo vamos a organizar las elecciones es lo que está en un dilema, los procesos electorales sin legislación secundaria van a ser sumamente complejos”, dijo Córdova.

 

La consejera Pamela San Martín apunto: “la legislación secundaria tiene que ser buena, no que cumpla con el capricho de uno o de otro (partido) sino que cumpla con el espíritu de la reforma constitucional”.