LA HABANA. Cuba exigió su exclusión definitiva de la lista de países patrocinadores del terrorismo que elabora anualmente el Departamento de Estado y que incluyó a la isla por trigésima segunda ocasión. El gobierno consideró en un comunicado que esa designación es “absurda” y que Washington manipula el asunto como “instrumento” político.

 

La cancillería “rechaza enérgicamente la manipulación de un tema tan sensible como el terrorismo internacional para convertirlo en instrumento de la política contra Cuba y demanda que se excluya definitivamente a nuestro país de esta lista espuria, unilateral y arbitraria”, consideró el Ministerio de Relaciones Exteriores publicado en medios oficiales.

 

La Habana respondió así a la decisión de Estados Unidos de mantener a Cuba junto a Irán, Sudán y Siria en su lista de países que patrocinan el terrorismo, pese a considerar que la isla aflojó en 2013 sus “lazos” con el grupo vasco ETA y que no proporciona armas ni entrenamiento paramilitar a grupos terroristas.

 

La inclusión en ese listado supone la imposición de sanciones como la prohibición de la venta y exportación de armas, la prohibición de ayuda económica y restricciones a las transacciones financieras entre ciudadanos.

 

El informe de Washington reconoció esta vez que durante el último año han “continuado los informes que indican que los lazos de Cuba con ETA se han vuelto más distantes, y que alrededor de ocho de las dos docenas de miembros de ETA en Cuba cambiaron de localización con la cooperación del gobierno español”.

 

Cuba indicó que, sin embargo, el informe reconoce el papel positivo de la isla en las negociaciones para lograr la paz en Colombia y también admite que no hay información de que la nación caribeña suministrara armas o entrenamiento a grupos terroristas.

 

“Aun así, consideraciones de carácter político y la necesidad de justificar a toda costa el bloqueo, fracasado y unánimemente rechazado por la comunidad internacional, se imponen a la racionalidad una vez más”, lamentó La Habana.

 

La isla recalca que el “único pretexto” del Departamento de Estado para sostener su “calumniosa acusación” es que Cuba da refugio a fugitivos buscados en EU.

 

En ese sentido, subraya que ninguno de esos ciudadanos ha sido acusado de terrorismo y se les concedió asilo legítimo, mientras que otros decidieron residir en el país caribeño tras ser juzgados y cumplir sus sentencias.

 

Cada año la isla reitera su rechazo a la inclusión del país en el listado del Departamento de Estado y según expertos este es uno de los escollos para la normalización de las relaciones entre los dos países.

 

Cuba y Estados Unidos rompieron relaciones en la década de los 60 tras el triunfo de la revolución y Washington impuso sanciones políticas y económicas que ha mantenido para presionar un cambio en el sistema de la isla.