Pese a que en los últimos años la pobreza infantil disminuyó en México, principalmente por la aplicación de programas sociales, los niños y adolescentes del país viven esta situación en una porción mayor que la población en general: en 2012, de los menores de edad en el país 53.8% se encontraba en esta condición, mientras que en la población general la proporción era de 45.5%.

 

Además, si 9.8% del total de mexicanos se encontraba en pobreza extrema hace dos años, la población infantil que vivía en esta condición era de 12.1%, reveló el estudio Pobreza y Derechos Sociales de Niñas, Niños y Adolescentes en México 2010-2012, realizado por el Coneval y Unicef.

 

“La pobreza en la infancia, además, tiene características específicas que le dan a su atención y reducción un sentido de urgencia, ya que la probabilidad de que se vuelva permanente es mayor que en el caso de los adultos, al igual que la posibilidad de que se reproduzca en la siguiente generación”, advirtió la representante en México del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Isabel Crowley

 

De acuerdo con el informe, la pobreza infantil se agudiza en la población indígena. Casi 8 de cada 10 menores de 17 años de estas comunidades vive en esta condición y uno de cada tres en pobreza extrema.

 

Por su parte, el director del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Gonzalo Hernández Licona, recalcó que la cantidad de niños en pobreza disminuyó en 600 mil y en 900 mil la de infantes en pobreza extrema, esto se debió principalmente a que la crisis económica le pegó más a zonas urbanas, y los niños con carencias por lo regular tienen mayor presencia en zonas rurales, y a programas sociales como el Seguro Popular incrementaron su cobertura.

 

No obstante, el funcionario mencionó que quedan muchos retos para reducir de forma constante la pobreza infantil, entre ellos mejorar espacios de vivienda, incrementar la cobertura de alimentación y mejorar el ingreso de las familias.

 

Al respecto, los representantes del Coneval y Unicef coincidieron en recomendar a todos los órdenes de gobierno dar mayor impulso al desarrollo económico, garantizar el acceso universal a la salud, la alimentación y la educación, y generar estrategias integrales de desarrollo infantil temprano, entre otras acciones.

 

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Trabajo infantil 

 

De los 40 millones de menores de edad que hay en México, tres millones trabajan en condiciones de explotación sin oportunidad de estudiar, de acuerdo con cifras de Unicef.

 

“La situación vulnerable de los menores en riesgo social refleja el fracaso de las políticas económicas instrumentadas en México en las últimas décadas. Es un problema estructural que requiere atención urgente y participación multidisciplinaria”, señaló Víctor Inzua Canales, de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM.

 

“Se ganan la vida como limpiaparabrisas, payasitos, vendedores ambulantes, estribadores y en la mendicidad, por estas condiciones sufren abuso de autoridades y son víctimas de explotación laboral”, indicó.

 

Advirtió que el descenso en el nivel de vida de la población causado por el desempleo, la restricción salarial y la pérdida del poder adquisitivo, constituye un elemento fundamental de la expulsión que las familias hacen de los infantes, aunado a la marginación y desintegración.