KIEV. Los prorrusos del este de Ucrania ignoraron las concesiones de Kiev con la toma de la sede del Gobierno en la región de Lugansk, mientras el jefe de la OSCE llegaba a la capital ucraniana para negociar la liberación de los inspectores europeos secuestrados por los sublevados.

 

El edificio fue asaltado por el llamado “ejército de liberación de Donbass”, cuenca minera que incluye parte de las regiones de Donetsk y de Lugansk, ante la inacción de las fuerzas del orden que se encontraban dentro y fuera del edificio.

 

Según la agencia UNIAN, algunos policías se pasaron al bando prorruso, otros optaron por deponer las armas y abandonar el inmueble a través del corredor humano creado por los asaltantes y el resto se atrincheraron en la segunda planta.

 

Lo que fue anunciado como una marcha pacífica a favor de la federalización de Ucrania desembocó en un asalto protagonizado por hombres armados con palos, hierros y escudos que accedieron al inmueble tras romper las ventanas y lanzar bombas de humo y petardos al grito de “¡Rusia, Rusia, Rusia!”.

 

Miles de manifestantes se dirigieron a la administración regional después de que venciera a las 14:00 hora local el plazo del ultimátum que habían presentado a las autoridades para que liberen a prorrusos detenidos.

 

Alexéi Koriaguin, uno de los líderes prorrusos de Lugansk, que ya controlan la sede del Servicio de Seguridad de Ucrania, dijo que no planeaban tomar el edificio y que el asalto se produjo de manera espontánea y pacífica.

 

“El edificio de la administración no nos interesa”, aseguró a una televisión local.

 

Los asaltantes, que son partidarios de convocar un referéndum para conceder el estatus oficial a la lengua rusa y ampliar las competencias de la región, izaron en el edificio una bandera rusa y otra de la “república popular de Lugansk”.

 

En las imágenes de televisión se pudo observar a un destacamento de policías antidisturbios apostado en las inmediaciones del edificio sin tomar ninguna medida para dispersar a los asaltantes.

 

Es incidente se produjo después de la sesión de la Rada Suprema (Legislativo) de Ucrania en la que los diputados debatieron la reforma constitucional y la convocatoria de un referéndum con el fin de aplacar los ánimos separatistas en el sureste del país.

 

“El Gobierno llama a todas las fuerzas políticas a consensuar y redactar antes del 25 de mayo (fecha de las elecciones presidenciales) el texto de la nueva Constitución de Ucrania”, aseguró Arseni Yatseniuk, primer ministro ucraniano.

 

Yatseniuk subrayó que el objetivo de la nueva Carta Magna es “el reparto del poder” con el fin de evitar tendencias autoritarias, en alusión al depuesto presidente Víktor Yanukóvich, ahora exiliado en Rusia.

 

Por otra parte, el secretario general de la OSCE, Lamberto Zanier, llegó hoy a Kiev para agilizar las negociaciones de liberación de los inspectores militares europeos (tres alemanes, un polaco, un danés y un checo, además de un intérprete alemán) secuestrados por las milicias prorrusas tras ser acusados de espiar para la OTAN.

 

El autoproclamado alcalde de Slaviansk, Viacheslav Ponomariov, aseguró que estaría dispuesto a liberar a los inspectores si las fuerzas de seguridad ucranianas hacen lo propio con varios de los milicianos prorrusos detenidos.