Académicos y políticos de la izquierda en América Latina criticaron el papel que han tomado los partidos de esa ideología en México y otros países de la región, en el marco de un encuentro internacional en el que llamaron a redefinir sus causas y cambiar el discurso a uno de mayor apertura a la democracia.

 

Ayer, en la Ciudad de México, comenzó el  encuentro internacional “La Izquierda Democrática”,  donde especialistas de varios países de Latinoamérica inauguraron foros y talleres para analizar la situación que viven las izquierdas y la manera de hacer frente a los  desafíos económicos, de pobreza, democracia, empleo y bienestar social que afectan a la región.

 

Durante su intervención, el  presidente del Instituto de Estudios para la Transición Democrática, Ricardo Becerra, señaló que la izquierda democrática se encuentra en un momento donde debe y tiene que definirse, elegir sus causas y enarbolar sus propias banderas.

 

“Es necesario definir cuál es su papel en la coyuntura actual y sus compromisos con la vida democrática. Ahora estamos obligados a hablar de izquierdas en plural y más vale ir asimilando y codificando”, aseveró.

 

Aseguró que ante la compleja situación que enfrenta América Latina, es urgente la necesidad de explicar la posibilidad de una izquierda que, sin complejos, avance hacía la construcción de un estado de bienestar bajo la apertura del diálogo, la crítica y el entendimiento.

 

Problemas como el subempleo y el desempleo alcanzan niveles sin precedentes en esta región de América, por lo que la tarea de la izquierda democrática  es propiciar mayores índices de desarrollo y un combate efectivo a la solución a estos problemas, afirmó el director general   del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas, A.C.  Sintropía, Eric Eber Villanueva Mukul.

 

“La izquierda democrática, aquella que se identifica con la libertad, la democracia, la igualdad económica y social, así como la prosperidad y el bienestar, debe abrirse a las críticas, a las ideas nuevas y al conocimiento renovado; examinen el pensamiento y la acción política, superen concepciones anacrónicas, añejas y visiones dogmáticas”, sostuvo en su discurso inaugural.

 

Al respecto, el director de Fundación Chile 21, Carlos Ominami, coincidió en que la realidad exige en la región a una izquierda democrática “en permanente evolución”, que se convierta en la base que sustente las transformaciones en materia de desarrollo, bienestar, mejora de empleo y oportunidad en la población.

 

Por su parte, el ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, señaló que la izquierda en México está urgida de un nuevo discurso y una nueva narrativa, que no puede ser otro que el de la total apertura y compromiso ineludible con la democracia.

 

“Sólo escuchando las voces de una sociedad abierta y plural, y sin pretender imponer la visión nuestra, se podrá alcanzar esa nueva unidad de las izquierdas que, lejos de ser monolíticas, deben tener la capacidad de escuchar, de preguntar y de debatir”, aseguró.

 

El foro se realizará hasta el domingo 4 de mayo en siete ciudades de México. Ayer fue inaugurado en el Distrito Federal, pero también llegará a Oaxaca, Guadalajara, Puebla, Acapulco y Cuernavaca.