ROMA. En un reflejo del impacto que tuvo Ayrton Senna en la Fórmula uno, el vigésimo aniversario de su muerte será recordado esta semana con distintos actos en Imola, el circuito donde se mató en un accidente.

 

Pilotos en actividad y retirados, mecánicos, directivos y aficionados rendirán homenaje al brasileño y al piloto austríaco Roland Ratzenberger, quien también falleció en 1994 en el Gran Premio de San Marino.

 

“De niño tenía todos los libros y todos los videos (de Senna). Era el piloto que admiraba incluso antes de empezar a correr”, declaró Lewis Hamilton, actual líder del campeonato mundial de F1 con Mercedes poco antes de ganar el Gran Premio Chino la semana pasada. “Diría que fue por él que me hice piloto”.

 

Hamilton tenía nueve años cuando murió Senna.

 

“Me tomó varios días aceptar que mi ídolo se nos había ido”, expresó el británico.

 

Senna fue idolatrado por muchos y a menudo es mencionado como el piloto de fórmula uno más grande de la historia.

 

Fue campeón de la categoría tres veces (1988, 90 y 91), siempre con McLaren.

 

En 1994 pasó a Williams y con esa escudería sufrió el accidente fatal. A pesar de haber fallecido muy joven, a los 34 años, sigue tercero en la tabla de pilotos que más carreras han ganado, con 41 victorias, superado solo por Michael Schumacher (91) y Alain Prost (51).

 

Más allá del volante

Al margen de sus logros deportivos, Senna fue un piloto muy carismático, que cautivó con su humildad y su profunda fe católica.

 

“Lo querían de una manera increíble”, expresó Mauro Forghieri, ex diseñador de Ferrari y de otros equipos de F1, que declaró como experto en el juicio que hubo tras la muerte de Senna.

 

Forghieri dijo que, cuando fue trasladado a Brasil, el féretro de Senna no fue ubicado en el depósito del avión, sino en tres asientos de primera clase.

 

“Por su puesto, la areolínea y el piloto eran brasileños”, declaró Forghieri a la Associated Press en una entrevista. “Era considerado más importante que el presidente”.

 

El gobierno brasileño declaró tres días de luto por la muerte de Senna y se calcula que unos 3 millones de personas desfilaron frente al féretro en Sao Paulo.

 

“Es una de esas cosas que pasan en la vida y que uno se acuerda exactamente dónde estaba y qué estaba haciendo” cuando se enteró, comentó el tetracampeón mundial Sebastian Vettel, quien tenía seis años cuando falleció Senna. “Me acuerdo que estaba viendo televisión con mi padre. Por la edad, no entendía bien lo que sucedía, pero por la reacción de mi padre supe que había sido algo grave, una gran pérdida para la F1”.

 

“Más tarde, sobre todo en los dos últimos años, empedé a darme cuenta de la magnitud de la pérdida para el deporte porque empecé a trabajar con gente que lo conoció y que trabajó con él”, agregó. “Fue por él que mi padre empezó a seguir la F1”.

 

El año negro de la F1

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El GP de San Marino de 1994 fue un verdadero desastre.

 

Senna falleció en la carrera del domingo al estrellarse contra un muro cuando iba a 300 kilómetros por hora. El día previo había muerto el novato Ratzenberger en otro accidente durante la sesión clasificatoria.

 

El viernes el auto de Rubens Barrichello había salido volando, se estrelló contra las barreras de contención y volcó. El brasileño sufrió una conmoción cerebral y amnesia, y dice que sobrevivió de milagro.

 

Senna quedó muy afectado por la muerte de Ratzenberger y no completó la sesión clasificatoria del sábado.

 

Al día siguiente, al reanudarse la carrera luego de cinco vueltas a baja velocidad por un accidente en el que resultaron heridos cuatro espectadores, el Williams Renault de Senna siguió de largo en la curva Tamburello, donde eran frecuentes los accidentes.

 

Fue llevado a un hospital de la vecina Bolonia, donde falleció cuatro horas después.

 

“Los que estuvimos allí y lo vimos todo, fueron tres días que jamás olvidaremos”, dijo Forghieri.

 

Un después para los circuitos

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El sistema judicial italiano analizó las causas de la muerte de Senna durante diez años y finalmente encausó por homicidio al director técnico de Williams Patrick Head y al diseñador Adrian Newey, por supuestas fallas en el volante. Ambos fueron exonerados al prescribir la causa.

 

La conmoción generada por la muerte de Senna hizo que se mejorase mucho las pistas de Imola y de todos los circuitos de F1, donde ahora las rectas son más cortas, las curvas más abiertas y los motores no son tan potentes.

 

Tras una misa en la pista de Imola el próximo miércoles, Forghieri y otros expertos analizarán los progresos de la F1 en materia de seguridad en un simposio a llevarse a cabo el jueves 1ro de mayo, en que se cumplirá el aniversario de la muerte de Senna.

 

Habrá además un partido de fútbol en homenaje al brasileño en Imola, una cena caritativa, carreras de kart y otras actividades.

 

El GP de San Marino se corrió por última vez en el 2006. Quedó afuera del calendario cuando la F1 comenzó a expandirse a Asia y el Medio Oriente. (AP)