La Línea 12 del Metro ha resultado ser un fraude, acusó el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Ciudad de México, José Luis Beato González.

 

En su comunicado semanal precisó que son dos los aspectos que indignan: las afectaciones a los capitalinos que viven el suroriente de la Ciudad de México, y “la cantidad de recursos públicos que están comprometidos para resolver” las fallas detectadas.

 

“Las pérdidas en cuanto al tiempo y gastos de traslados, ha regresado al que los usuarios registraban antes y durante la construcción de la obra, es decir, hasta de 2 horas y media por día y $18 pesos diarios por persona”, lamenta.

 

En el documento enlista una serie de afectaciones a raíz del cierre parcial de la Línea 12 del Metro, inaugurada en la recta final del gobierno de Marcelo Ebrard, entre las que destaca que los empresarios ya empezaron a resentir los retardos o ausencias de sus empleados, quienes sufren “la duplicación en los tiempos de traslado”.

 

“Las empresas, ya hemos registrado efectos a la baja en la productividad (retardos hasta de 40 minutos) derivado de la duplicación en los tiempos de traslado de los colaboradores y en consecuencia, estrés, en detrimento de la calidad de vida. Al respecto, hay que recordar que según datos revelados por la UNAM, el 46% de los usuarios utiliza la Línea 12 para acudir a trabajar”, refiere la Coparmex apartado Ciudad de México.

 

Más adelante advierte que mientras no se reparen las fallas detectadas y se vuelva a reactivar el servicio en la mitad de la Línea 12, “las afectaciones serán muy graves para la competitividad del Distrito Federal, pues han quedado pospuestas las 25 mil fuentes de empleo directo y las 50 mil de empleos indirectos que esta obra generaría, así como la derrama económica para la Ciudad de México de por lo menos 20 mil millones de pesos de acuerdo con la información pública disponible generada por el Proyecto Metro del Distrito Federal”.

 

“A todas luces, la Línea 12 del Metro se ha convertido en una vergüenza nacional. La Línea 12 fue una obra de infraestructura y movilidad emblemática, de colaboración política, que permitió gestar los recursos federales y locales para su necesaria construcción, misma que luego de 5 años de trabajos, generó molestias y en muchos casos, quiebra de negocios. Ahora, ni los vecinos que vieron afectada su vida diaria tienen Metro y nadie (ni autoridades ni empresas) se responsabilizan por la pérdida millonaria y el boquete al erario de las finanzas de la Ciudad de México”, critica el organismo.