Chef RobertUno de sus grandes sueños era ser jugador profesional de hockey. Desde pequeño entrenó muy duro, jugó intensamente en las ligas amateurs, vislumbrando como muchos jóvenes levantar algún día la copa Stanley, el máximo reconocimiento en la National Hockey League (NHL). Pero la cocina ha sido también una de sus grandes vocaciones. Y si bien su formación lo encaminaba a trabajar en restaurantes, paulatinamente fue involucrándose en la dinámica de las cocinas de hoteles y de las grandes empresas de entretenimiento.

Hoy sus dos fuertes pasiones se enlazan, y si bien no salta a la pista de hielo para defender los colores de uno de los equipos más populares de Canadá, si tiene a su cargo la alimentación de los integrantes de los Maple Leaf de Toronto; así como se encarga de complacer los gustos de los comensales que visitan los restaurantes del Air Canada Centre, el máximo espacio de entretenimiento deportivo profesional en esa ciudad del este canadiense.

“Es un trabajo muy emocionante, además de que enfocarse al ámbito deportivo tiene una especial complejidad. Cuando cocinamos para los jugadores, no se trata tan sólo de pensar en platillos que no engorden, ante todo hay que pensar en una cuestión de equilibrio, de una nutrición que realmente cumpla con sus requerimientos y exigencias en el campo, además de que sea placentera”, advierte Robert Bartley, chef ejecutivo de Maple Leaf Sports + Entretaiment.

Bartley visita la Ciudad de México en la misión de promoción turística que realiza Toronto, exaltando su gastronomía, sus atractivos culturales y naturales; así como la gran lista de espectáculos y festivales que ofrece a lo largo del año. El chef originario de Ontario promueve asimismo los próximos Juegos Panamericanos que se llevarán a cabo en 2015 en la ciudad reconocida por la emblemática CN Tower.

“En mi caso voy a tener una participación muy directa, ya que cocinaré para atletas, además de diversos grupos de invitados. Me concentraré en los espacios dedicados a la arquería, el voleibol y el futbol soccer”, destaca.

PANORAMA MULTICULTURAL

Si bien Bartley había visitado México en otras ocasiones, es la primera vez que está en la capital del país. “Es una experiencia única, la gente se ha portado sensacional y he podido apreciar mucha de la riqueza de la cocina mexicana, maravillosa por esa amplia gama de ingredientes y técnicas que la hacen ir de la sencillez a la complejidad, pero siempre con una identidad expresa. Sus mercados son impresionantes, es increíble la diversidad de productos y el gran espectáculo sensorial que representan.

“Tan solo guisos como un pozole pueden darte idea del gran significado que hay detrás de un platillo en México. No hablamos sólo de alimentación, hablamos ante todo de una gran cultura. En Toronto, como gran ciudad pluricultural que es, no perdemos de vista el peso estratégico de la gastronomía de México. Chris McDonald, uno de mis grandes maestros, me hizo poner atención en el tema y a través de figuras como Rick Bayless he podido aprender más sobre la jerarquía de México y su cocina. Desde luego no hay como estar aquí y palpar ese tesoro que significa, comenzando por su comida callejera”, indica.

Agrega: “La cocina de Canadá no tiene esa complejidad que posee la de México. Somos una nación muy joven, sin embargo estoy convencido de que podemos muy bien hablar de una cocina canadiense en forma, definida por dos factores fundamentales: las estaciones del año y las distintas cosechas. A ello debemos sumar el cúmulo de influencias culturales, como sucede en Toronto, con las aportaciones de chinos, japoneses, indios, latinoamericanos. Es un flujo constante de elementos que terminan por brindar una cocina rica y fascinante”.

“En mi caso, como el de otros tantos cocineros de Toronto, y en general de Canadá, hay un marcado interés por interactuar con los productores locales y aprovechar de muchas formas lo que nos aportan nuestros campos y nuestros mares, así como las transformaciones que aportan diversos artesanos, como ocurre con la miel y los quesos. Estamos trabajando muy fuerte en ese tema, pero también es una realidad que son áreas que necesitan más apoyo del gobierno y de los propios consumidores. Muchos de estos ingredientes resultan demasiado caros y en muchas ocasiones solo un pequeño grupo es capaz de pagar un platillo elaborado a partir de productos de esta índole”, explica.

Con relación a su participación en el certamen Food Network’s Iron Chef America, en 2007, Bartley destaca que este tipo de competencias son altamente estimulantes y formativas, ya que hacen que la creatividad se desarrolle al máximo y se aprenda a potenciar las habilidades.

“Me encanta que haya este tipo de concursos y que además se realicen competencias similares en las escuelas, con la participación de estudiantes y profesionales. Hay que prepararse para concursos de este tipo, desde luego; dedicar horas después del trabajo diario para entrenarte. No puedes dejar nada a la suerte. Tienes que llevar la imaginación al máximo y pensar en las opciones más extrañas que pueden surgir de un ingrediente. ¿Cómo puedes enfrentarte a los retos de otra manera? Cuando empiezas a pensar en lo improbable, lo impredecible, comienzas a estar listo para enfrentar situaciones como las que plantean este tipo de concursos”, indica.