WASHINGTON. La Comisión de Relaciones Exteriores del Senado pidió a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) entregar todos los documentos relacionados con la creación de una red social similar a Twitter lanzada en secreto en Cuba. Como parte de una revisión, la comisión también solicitó cualquier mensaje que el gobierno o sus contratistas transmitieran a los suscriptores en Cuba. A esos usuarios nunca se les informó de la implicación del gobierno estadounidense en la red de comunicaciones.

 

Robert Menéndez, presidente de la comisión, dijo que la revisión analizará si los programas de la USAID para promover la democracia en Cuba fueron congruentes con otros aplicados en otras naciones.

 

El debate sobre el papel de USAID se produjo a raíz de una investigación que reveló la existencia de una red de comunicaciones llamada ZunZuneo desarrollada por Estados Unidos con el fin de socavar el gobierno de Cuba. Los legisladores debaten si USAID debería estar a cargo de operaciones de inteligencia de este tipo, una tarea que al parecer le corresponde a la CIA y otras agencias de espionaje.

 

La de ayer fue la cuarta audiencia en tres días donde se escucharán testimonios del administrador de la USAID, Rajiv Shah, sobre el Twitter cubano, además de otros temas de ayuda internacional.

 

La legisladora Ileana Ros-Lehtinen, nacida en Cuba, justificó enérgicamente los programas estadunidenses por la democracia en Cuba. La congresista afirmó que los programas “son importantes para ofrecer la otra cara de la moneda, la cara que promueve los valores estadounidenses: valores asignados por Dios como justicia y libertad”.

 

Otros legisladores se manifestaron incómodos con la noción de que una agencia notoria por su misión humanitaria lleve a cabo operaciones clandestinas que corresponden a profesionales. Y el gobierno de Obama dijo el miércoles que sería “preocupante” que los mensajes enviados por el servicio cubano fuesen abiertamente políticos.

 

El director del panel del Senado que aprueba gastos para ese tipo de programas en el extranjero, el senador Patrick Leahy, dijo que nunca le habían informado sobre la operación, poniendo en entredicho las afirmaciones de Shah de que el Congreso fue informado de manera adecuada. El gobierno de Obama dijo que el programa operaba de manera discreta pero no encubierta.

 

Al justificar el programa, el gobierno de Obama y los críticos del gobierno cubano han destacado las auditorías federales y controles presupuestarios que se llevaron a cabo sobre los 20 millones de dólares que la agencia de Washington invierte en iniciativas para promover la democracia en Cuba.