Los números poco entienden de justicia o de sensatez. Ellos, en su frialdad, reflejan datos que podrán gustar o no, pero que resultan definitivos e incontestables. ¿Qué deportista logró más veces una proeza bajo ciertas circunstancias? No necesariamente al que se recuerda más talentoso para ese tipo de proezas. ¿Quién logró alguna inigualable racha en otra materia? No forzosamente el mejor en tal campo.

                  Como quiera que sea, hay récords que muchos quisiéramos que se quedaran en las manos de los más grandes y no de advenedizos a la máxima élite del futbol.

 

El brasileño Ronaldo se retiró como máximo anotador en Copas del Mundo. Al alcanzar los quince  en Alemania 2006, superó por un tanto a Gerd Mueller. En los dos casos, hablamos de delanteros con un sitio primordial en la historia dada su clarividencia para colocarse justo donde debían y desde ahí ejecutar remates de todo tipo que solían acabar en las redes.

 

Mueller me llegó a decir antes del Mundial 2006 que esperaba ser superado por Ronaldo con palabras lentas y apenas inteligibles que repaso en mi mente cada que observo sus goles: “¿Ronaldo? Sí, pienso que va a superarme. Ya es tiempo de que mis catorce goles queden atrás… Pero, ¿sabes algo? Ya duró mucho… Ronaldo, Ronaldo… Sí, él va a superarme”.

 

Ronie tomó la estafeta, pero por la lateral venía un bólido con pinta de ir lento que de a poco ganó posiciones: es el alemán Miroslav Klose, quien llegará a Brasil 2014 con 36 años y catorce dianas mundialistas.

 

A diferencia de los relevantes goles clavados por los apodados “torpedo” y “fenómeno”, el historial de Klose está lleno de anotaciones en citas menos importantes. En Corea-Japón 2002 hizo cinco, todos de cabeza, en la primera fase (incluidos tres en el 8-0 endosado a Arabia Saudita). En Alemania 2006 cuatro fueron en ronda inicial (doblete a Costa Rica y a Ecuador), más el restante a Argentina en cuartos de final. En Sudáfrica 2010 vinieron cuatro, todos en el límite de los cuartos de final.

 

Sin duda es un espléndido delantero, certero, contundente, disciplinado, solidario, de los que todo equipo quisiera tener…, aunque no diría que en especial brillante o perteneciente a la cima de este deporte

 

Otro récord que romperá es el de máximo anotador histórico de la selección alemana, donde ya ha igualado en primer sitio a Gerd Mueller con 68. No obstante, surge una nueva comparación adversa al actual número 11 teutón: que Gerd los logró en 62 cotejos (promedio de 1.13 por partido) y Miroslav en 131 (0.53 por juego).

 

Nacido en Polonia en el ceno de una familia de etnia (pero no habla) alemana, decidió jugar para los teutones más que por reivindicar a la tierra de sus antepasados, porque fueron quienes primero lo convocaron luego de incorporar muy joven a la Bundesliga. Trece años después, se mantiene en la Deutsche Mannschaft con niveles de regularidad que sorprenden. A sus espaldas han quedado héroes del ataque como Klinsmann, Voeller, Rummenigge, Helmut Rahn, Bierhoff, Uwe Seeler.

 

Esta semana se lesionó con su club, la Lazio italiana, lo que hizo temer su participación en Brasil 2014 (con los medios brasileños interesados por saber si la amenaza de Ronaldo podrá asistir a su cuarta Copa del Mundo). No obstante, la baja es de apenas un mes, con lo se recuperará en perfectos tiempos para el gran torneo.

 

Si Ronaldo superó a Mueller en Alemania, Klose tiende a superar a Ronaldo en Brasil. Podrá gustar o no, pero los números poco entienden de justicia o de sensatez.

 

¿Y qué tal que hiciera un gol que coronara a Alemania? ¿Cambiaría la percepción? ¿Qué lugar le correspondería en el Olimpo del balón?

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