MADRID. El debate parlamentario, que duró varias horas hasta bien entrada la noche, atrajo una gran atención mediática y en él el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, rechazó la consulta pero invitó a los partidos catalanes a presentar una propuesta de reforma de la Constitución española.

 

Como estaba previsto, la propuesta de los partidos nacionalistas catalanes -en el Gobierno autonómico catalán y mayoritarios en el Parlamento de Cataluña- para celebrar una consulta popular fue rechazada en el Congreso de los Diputados de España, donde el Partido Popular (PP) tiene mayoría absoluta.

 

También se opuso a la consulta el partido socialista PSOE, la mayor fuerza de la oposición, mientras que formaciones nacionalistas vascas y gallegas, entre otros, apoyaron la propuesta catalana.

 

El Parlamento catalán propuso convocar para el 9 de noviembre en Cataluña una consulta popular sobre la permanencia de la región en España.

 

Tras reiterar que convocar un referéndum soberanista es ilegal porque no está contemplado en la Constitución, Rajoy recordó que los habitantes de cada comunidad autónoma española tienen derecho a escoger quién les gobierna en ella, pero no a decidir qué se ha de hacer con España, porque “cada catalán, como cada gallego o cada andaluz, es copropietario de toda España, que es un bien indiviso”.

 

Tras escuchar a los tres representantes del Parlamento de Cataluña -todos ellos de partidos nacionalistas- que han defendido la petición para hacer una consulta, Rajoy declaró que “soy y seré el presidente de todos los españoles”.

 

A su juicio, los que pretenden la independencia de Cataluña lo que están ofreciendo en realidad es “lo más parecido que se puede imaginar a la isla de Robinson Crusoe”.

 

El vocero de CiU -en el Gobierno catalán-, Josep Antoni Duran Lleida, pidió negociar para reformar la Constitución “de forma muy mesurada” como una de las soluciones al encaje de Cataluña en España y resolver el “problema político”.

 

El líder democristiano catalán subrayó que su formación está dispuesta a negociarlo “todo, y todo significa todo” e instó a Rajoy a que “no cierre las puertas que el Tribunal Constitucional ha dejado abiertas al diálogo para un referendo consultivo”, en alusión la reciente sentencia de esa institución, en la que reconoció el derecho a decidir del pueblo catalán dentro de la legalidad.

 

“Queremos negociar y queremos votar y ustedes no quieren ni lo uno ni lo otro”, dijo Duran Lleida, quien acusó al Gobierno de España de “refugiarse en la Constitución para resolver un problema político”.

 

La propuesta nacionalista fue presentada por Jordi Turull, del partido en el Gobierno catalán Convergència i Unió (CiU); Marta Rovira, de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), y Joan Herrera, de ICV, quienes aseguraron que “esto no acaba aquí” y que se ha iniciado un proceso que no tiene vuelta atrás.

 

Con esta propuesta, Cataluña ha tomado un “camino de no retorno”, dijo Turull, vocero de CIU en el Parlamento de Catalán, mientras que Marta Rovira manifestó que la mayoría de los catalanes tienen la sensación de que “no se nos acepta como somos, como pensamos, como hablamos, como soñamos”.

 

El líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, declaró que no se imagina un futuro mejor que “una Cataluña comprometida con España y a una España que entiende y quiere a Cataluña” y ofreció la reforma federal de la Constitución.

 

Rubalcaba se comprometió a tratar de convencer a Rajoy, de la necesidad de dialogar y pactar para encontrar una salida al problema catalán, y como punto de partida ha ofrecido la reforma constitucional que proponen los socialistas.

 

No era el Barca versus Madrid

 

No era lo común: en centro de Madrid las conversaciones que se colaban entre los cocidos y el café tenían acento catalán. Y no se trataba del clásico Barca-Madrid. Los bares y restaurantes abarrotados se escuchaban deliberaciones sobre lo que ocurría en ese momento en el Congreso. ¿Sí o no a la consulta del próximo 9 de noviembre que intenta realizar el presidente autonómico de Cataluña, Artur Mas? ¿Nos quedaremos sin el alioli catalán, y sobre todo, sin el clásico de futbol Barcelona versus Real Madrid?

 

Minutos antes de las cuatro de la tarde, en las tribunas de la Cámara, los pasillos, los salones y los estudios de televisión improvisados, catalanes llegados de todos los ámbitos entraron muy puntuales al hemiciclo. Todos querían estar en el mejor ángulo. Todos querían estar presentes en una sesión histórica a pesar de que el resultado de la misma se conoció desde el día en que diputados programaron el debate.

 

Se habló de literatura, se recordó la famosa y emotiva frase que mencionó el presidente Tarralledas al regresar a Barcelona después de haber escapado de la persecución franquista: Ha sóc aquí (Ya estoy aquí).

 

El vocero del partido Esquerra Republicana de Catalunya (ERC, independentista), Alfred Bosch sentenció parafraseando a Galileo: “Ya pueden ustedes decir lo que quieran y ponerse como quieran… que la tierra es redonda”. El momento estelar aún no llegaba. Bosch dijo: “Asterix estos romanos están locos” y miró fijamente a todos los diputados que rechazaron la organización de la consulta.

 

El exceso de golosinas ofrecidas por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santa María colaboró a complementar con las dosis de azúcar requeridas para la sesión. Las repartió a diestra y siniestra. El propio presidente Rajoy le aceptó un par.

 

El diputado de Convergència i Unió, Jordi Turull fue el primero en abrir el fuego dialéctico en una intervención implecable, que no sirvió para que Marta Rovira subiera relajada al estrado.

 

Nerviosa, temblando como un flan y con serias dificultades para expresarse en castellano, lengua que no utiliza habitualmente en su día a día, la parlamentaria lanzó un “hoy somos aquí” que provocó un sonoro murmullo dentro y en los pasillos del hemiciclo, mientras Twitter se incendiaba ante su catalanada.

 

Los ujieres del Congreso tuvieron que esmerarse durante toda la sesión. Los invitados de ERC, Iniciativa per Catalunya y CiU presenciaron el debate dispersos en las diferentes tribunas del hemiciclo y les costó contenerse ante algunas afirmaciones. “Perdónenme la vanidad, pero yo creo en Catalunya mucho más que ustedes”, soltó el presidente del Gobierno. Más de un invitado saltó de la silla y se escucharon sonoros “Jo, Jo, Jo”, que fueron recriminados con dureza por los ujieres. En varias ocasiones se amenazó a los invitados con ser expulsados del hemiciclo. La sangre no llegó al rio, pero el presidente de la Cámara Jesús Posada había advertido de que no iba a consentir ni un solo improperio desde las tribunas de invitados. Y en varias ocasiones abrió el micrófono y les riñó con severidad.

 

Desde Bacelona, Artur Mas expresó su opinión. Cataluña buscará otros “marcos legales” para poder celebrar el 9 de noviembre su referéndum de independencia, afirmó el presidente regional, el nacionalista Artur Mas, tras recibir el rechazo masivo del Parlamento español a dicho proyecto.

 

“No es un punto final, esto es un punto y aparte. A partir de este ‘no’ doloroso, las instituciones catalanas buscarán la construcción de marcos legales, que hay varios, para poder celebrar esta consulta el 9 de noviembre”, dijo desde Barcelona en un discurso televisado justo tras la votación realizada en Madrid.