KIEV. “La República Popular de Donetsk se crea dentro de los límites administrativos de la región”, leyó el documento uno de los líderes del autoproclamado Consejo Popular de Donetsk (CPD), que no reconoce a las nuevas autoridades de Ucrania.

 

Los ocupantes de la sede gubernamental -una 150 personas, según estimaciones de la policía-, anunciaron además la convocatoria de un plebiscito, “no más tarde del 11 de mayo”, para refrendar la declaración de independencia.

 

Además, los activistas prorrusos pidieron ayuda militar a Moscú para poder “resistir ante la junta de Kiev”.

 

Asimismo, un video publicado en YouTube, presentado como una asamblea de los activistas dentro del edificio administrativo, muestra a un hombre proclamando desde un podio la independencia de Donetsk.

 

“Buscando crear un estado popular, legítimo y soberano, proclamo la creación del estado soberano de la República Popular de Donetsk”, declara el vocero con un megáfono.

 

En un mensaje a la nación, el presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov, advirtió de que se adoptarán medidas antiterroristas contra los manifestantes que han tomado las armas en el este de Ucrania para hacer frente a las autoridades centrales.

 

El mandatario acusó a Moscú de estar detrás de las manifestaciones prorrusas y los asaltos a edificios gubernamentales en el este del país y aseguró que la defensa en la frontera con Rusia ha sido reforzada.

 

“Lo que hemos presenciado es la segunda ola de la operación especial de la Federación de Rusia contra Ucrania”, subrayó Turchínov.

 

Adelantó que la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania debatirá “el endurecimiento de la responsabilidad penal por el separatismo y otros crímenes contra el Estado, y la prohibición de partidos políticos y organizaciones civiles que defienden las posturas separatistas y trabajan en contra de su propio Estado”.

 

“Respeto las distintas posturas políticas, incluidas las de nuestros oponentes. Pero el separatismo y el empleo de las armas contra el propio Estado, algo que amenaza directamente la seguridad y la vida de nuestros ciudadanos, no es política, es un crimen grave. Y contra los criminales actuaremos con determinación”, aseveró Turchínov.

 

La tensión aumentó repentinamente el domingo en las regiones del este de Ucrania, fronterizas con Rusia, cuando manifestantes prorrusos asaltaron y tomaron el control de edificios oficiales – administraciones locales o servicios de seguridad (SBU – en las ciudades de Jarkov, Lugansk y Donetsk).

 

Las tomas de control de los edificios se hicieron sin violencia. Las fuerzas de seguridad resistieron brevemente en Donetsk durante la tarde, ante manifestantes con el rostro cubierto, que trataban de arrancarles sus escudos, antes de abandonar el sector.

 

En plena crisis política, Ucrania lucha para salir de una profunda crisis económica, cuyas perspectivas empeoraron después de que Moscú anunciara la semana pasada un aumento del 81% en el precio del suministro de gas a Ucrania.

 

Ucrania rechazó esta “presión política” y agitó el espectro de una nueva “guerra del gas” que podría poner en peligro los abastecimientos europeos.

 

Rusia anunció además este lunes la suspensión de la importación de una parte de la producción de productos lecheros a Ucrania.

 

La bolsa de Moscú registraban una fuerte baja el lunes, mientras que el rublo, la moneda rusa, se debilitada fuertemente frente al euro.

 

Los occidentales amenazan a Rusia con nuevas sanciones económicas en caso de que vulneren la integridad territorial de Ucrania.

 

El presidente checo, Milos Zeman, estimó el domingo que si tropas rusas entraban en el este de Ucrania, la OTAN debía intervenir militarmente.

 

EU pide a Putin que detenga su plan desestabilizador

 

El Gobierno de Estados Unidos llamó de nuevo al presidente ruso, Vladímir Putin, a que “cese todos sus esfuerzos por desestabilizar Ucrania” y le advirtió sobre nuevas “consecuencias” si continúa con su intervención militar.

 

“Si Rusia se mueve hacia el este de Ucrania, ya sea abiertamente o de forma encubierta, esto sería una escalada muy grave (de las tensiones), afirmó el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, en su rueda de prensa diaria.

 

“Estamos preocupados por varios movimientos progresivos en Ucrania durante el fin de semana. (…) Vimos cómo grupos de manifestantes prorrusos tomaban edificios del gobierno en las ciudades orientales de Kharkiv, Donetsk y Lugansk, y hay pruebas que sugieren que algunos de estos manifestantes fueron pagados y no eran residentes locales”, aseguró.

 

Carney se refirió a los actos ocurridos en Donetsk, y aludió a “un grupo de separatistas prorrusos” que, según dijo, montaron barricadas en edificios gubernamentales y declararon la creación de la República Popular Donetsk, así como el anuncio de un referéndum para el 11 de mayo con la intención de unirse a Rusia.

 

“Estas personas no tienen la autoridad legal para tomar cualquiera de esas decisiones”, apuntó el vocero.

 

Asimismo, Carney aseguró que “hay pruebas de que algunos de los manifestantes estaban siendo pagados” e insistió en la preocupación del gobierno estadunidense ante estos episodios.

 

“Lo que pasa en Donetsk es preocupante para nosotros por el potencial de que haya más incidentes y se use como un pretexto para otras acciones y para situaciones que no tienen precedentes”, dijo.

 

“Podemos vislumbrar a partir de fuertes evidencias que algunos manifestantes fueron pagados y que no eran residentes locales. Y creo que esto por lo menos sugiere que las fuerzas externas, y no las fuerzas locales, estaban participando en un esfuerzo de crear estas provocaciones”, reiteró.

 

Por otra parte, un destructor lanzamisiles estadunidense se dirige hacia el Mar Negro, donde debe arribar en una semana, para brindar seguridad a los aliados europeos en la región tras la incorporación de Crimea por parte de Rusia, informó este lunes una fuente oficial.