El tiempo se ha agotado para Miguel Herrera. Su próximo partido amistoso será nada menos que la despedida en el estadio Azteca, a un par de semanas del debut mundialista y ya con la convocatoria casi-definitiva.

                ¿Habrá conseguido el seleccionador nacional sacar conclusiones relevantes en los cotejos amistosos de los que dispuso en este primer cuatrimestre del año? ¿Los choques ante Corea del Sur, Nigeria y Estados Unidos sirvieron de algo? ¿De qué información nueva dispone? ¿Algo que no supiera antes o con el sólo seguir torneo de liga y actividad de mexicanos en Europa?

 

Miguel reiteró varias veces que quería aprovechar estos compromisos para probar circunstancias y elementos que no conoce, y ojalá que así haya sido.

 

A un par de meses del registro final de planteles para Brasil 2014, pero a unas seis semanas de la última convocatoria, las certezas son más bien pocas (al menos para la opinión pública), como no puede ser de otra forma en un proyecto que comenzó a fines del año pasado y tras tanta turbulencia.

 

La potería mantendrá el debate bajo el cual se han movido los antecesores de Herrera. ¿Corona u Ochoa? Difícil pronóstico, con el cruzazulino manteniendo cierta ventaja respecto al del Ajaccio. ¿Y el tercer arquero? ¿Muñoz o Talavera?

 

En la línea baja las dudas en materia de acciones a balón parado volvieron contra Estados Unidos. Cambian los nombres y el parado táctico, no así la incapacidad mexicana para defenderse en ese tipo de jugadas. Rafael Márquez ha vuelto para aportar serenidad y liderazgo, dos factores que pese a su exitosísima trayectoria no siempre ha garantizado, a lo que se añade su ya evidente falta de velocidad. A su lado (porque Rafa jugará; Herrera ha dicho que es el único seguro), tendrán que aparecer, conformando esa línea de tres, Héctor Moreno y Diego Reyes. Paul Aguilar iniciará por la derecha, al tiempo que la izquierda posee dos candidatos: Miguel Layún y Andrés Guardado (ningún sistema favorece más al actual elemento del Leverkusen, que tener al lado a tres centrales…, aunque Layún cuenta con toda la confianza del estratega).

 

La lógica (o, más bien, sus constantes apariciones) dice que Juan Carlos Medina será el contención del Piojo. A su lado es factible que salten Héctor Miguel Herrera, además de Carlos Peña. ¿Variantes? Muchísimas. ¿Misterio? Todavía más; tanto, que el único consuelo ha de ser que los rivales del Tri tienen tan poca noción de lo que encontrarán en la cancha como los mexicanos mismos. ¿Luis Montes? ¿Isaac Brizuela? ¿El emergente Marco Fabián? ¿Javier Aquino de arranque?

 

Al ataque hay dos sitios disponibles para muchos nombres. Gio Dos Santos ha pedido jugar de segundo atacante y  todo hace indicar que le será concedido. Javier Hernández, Oribe Peralta, Raúl Alonso Jiménez, Alan Pulido, Aldo de Nigris rivalizan con él. ¿A quiénes y a cuántos llevar? Si alguien ha aprovechado cada instante con la casaca verde, ese ha sido Pulido. Al tiempo, Chicharito juega poco pero cumple mucho en el Manchester, y tanto Jiménez como Peralta parecen al alza.

 

Muchísimas dudas y poquísimo tiempo, aunque lo mismo podemos seguirnos con seis amistosos más como los tres que llevamos en el año y tampoco aclararemos demasiado.

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