Contra la creencia, la caída de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre no fue casual.

 

De sus presuntas actividades de trata ya se sabía, pero desde las alturas se le investigó incluso antes de llegar a la presidencia del Comité Directivo del PRI en el Distrito Federal y se reunieron suficientes pruebas.

 

Meses atrás se le hizo saber:

 

-Tienes que irte, Cuauhtémoc. Es una decisión superior.

 

Como es su costumbre, rechazó a los mensajeros y el mensaje.

 

En respuesta, concedió una entrevista a un periódico capitalino: él, sólo él y nadie más palomearía a los candidatos a diputados locales y jefes delegacionales en la capital en 2015.

 

El reto de Gutiérrez de la Torre fue registrado en el mando político nacional y en el PRI, desde donde le pedían dejar el espacio para reconstruir al Comité Directivo del Distrito Federal y preparar una campaña de avanzada para 2015 y victoriosa en 2018.

 

Su última oportunidad fue hace tres semanas.

 

Ante su negativa, se decidió actuar.

 

Se filtró la información y, con el escándalo incontenible, se le dio la disyuntiva:

 

-Licencia o cese y proceso.

 

Gutiérrez de la Torre se fue al abismo.

 

BREVE INTERINATO DE LAURA ARELLANO

 

Aunque la operación fue perfecta para deshacerse de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, la cúpula priista sesionaba anoche para revisar escenarios.

 

No es necesario.

 

Este fin de semana el presidente Enrique Peña Nieto, él, sólo él y nadie más -en este caso sí, no como las candidaturas soñadas por el Rey de la Basura– decidirá el futuro del PRI en el Distrito Federal.

 

No hay prisa y por eso al frente se colocará temporalmente a Laura Arellano, gente del sector popular, como presidenta interina.

 

Mientras tanto, los operadores del presidente elaboran su estrategia.

 

Hay dos hombres fundamentales:

 

Desde la campaña, dada la desgracia de haber proyectado a Beatriz Paredes como candidata a jefa de Gobierno, Peña Nieto mandó a su amigo Gustavo Cárdenas –hoy subsecretario en Sedatu- a encargarse de la capital.

 

Hubo debacle de Paredes, no de Peña.

 

El otro gran operador es Manuel Andrade, ex gobernador de Tabasco.

 

Andrade, pocos lo saben, teje acuerdos desde hace meses con el PAN, Panal y otras siglas para enfrentar al PRD en 2015 y tal vez en 2018.

 

Con estos antecedentes, queda claro: la suerte del PRI en la capital está a cargo de Peña Nieto, César Camacho, Cárdenas y Andrade, ahora sin el lastre de Gutiérrez de la Torre, quien va en caída libre hacia las manos de la justicia.

 

Registre este propósito: Peña Nieto reconstruirá al PRI en el DF y va por la capital.

 

A DESPOLITIZAR LA FALLA DE LA LÍNEA 12

 

Miguel Mancera avanza en su propósito de despolitizar la crisis por las fallas en la Línea 12 del Metro.

 

El conflicto nació pervertido porque el director del sistema, Joel Ortega, culpó de inicio al ex jefe de Gobierno Marcelo Ebrard de mala administración y construcción en lugar de esperar un peritaje.

 

Si la estrategia prospera, en la semana se decantará lo político de lo técnico y todos contentos.

 

Eso incluye a la Asamblea, donde el presidente de la comisión investigadora, Jorge Gaviño, trata de hacer un trabajo profesional con objetivos claros:

 

1.-  Reanudar el servicio lo más pronto posible en beneficio de casi medio millón de usuarios diarios.

2.- Encontrar responsables, posiblemente el consorcio constructor formado por ICA, Carso y Halston.

Y 3).- llevar a los responsables ante la justicia.

 

Valga esta información para ratificar el adelanto dado aquí a principios de semana: hasta ahora no hay manera de involucrar al ex jefe de Gobierno Marcelo Ebrard porque, hábil, no firmó documento alguno.

 

Pero hay otro dato:

 

La bancada de Izquierda Democrática de René Bejarano se mueve con fuerza en la ALDF para obligar a la comisión a llamar a Ebrard.

 

Ya se trabaja su comparecencia para fines de abril, con la sola oposición del PAN.