El presidente Nicolás Maduro aceptó una recomendación para designar un “testigo de buena fe” internacional que se encargue de facilitar los diálogos entre el gobierno y la oposición, informó el jueves una comisión de cancilleres de la Unasur.

 

En el comunicado de la comisión no se ofrecieron detalles sobre cómo se designará este testigo de buena fe ni si será nacional o extranjero.

 

Por la noche, Maduro dijo que aceptaría que el mediador sea un grupo de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas o incluso alguien designado por la iglesia.

 

También se señaló que está de acuerdo con que sea el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin.

 

“Me propusieron que aceptara un testigo internacional para la oposición, ahora sí, reunirse, yo dije, elijan el testigo (…) ¿Quieren un testigo? vamos a un testigo pues”, dijo Maduro durante un acto de gobierno en el estado Vargas, vecino a Caracas al referirse a la visita de los cancilleres del mecanismo regional.

 

Comentó que ante la propuesta que le hicieron los cancilleres anoche antes de marcharse del país, su respuesta fue que él necesitaría a “un notario público para que deje constancia” de todo lo que se hable en esa reunión, aunque aclaró que retiró esa solicitud.

 

Dijo estar de acuerdo con que la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) elija a un grupo de cancilleres que sea testigo y se siente en la conversación y que también aprueba que asista el secretario de Estado del Vaticano y ex nuncio apostólico en Venezuela, el italiano Pietro Parolin.

 

Pero expresó dudas de que la oposición se siente a la mesa.

 

“Que venga el secretario de Estado, canciller del Vaticano, Pietro Parolin, que fue embajador aquí, que venga pues. Pobrecito, le van a hacer perder el tiempo. Estoy de acuerdo ¿quieren que venga? que venga”, dijo tras reiterar que la oposición, en realidad, no quiere diálogo. (EFE y AP)