CARACAS. El ministro venezolano de Ambiente, Miguel Rodríguez, denunció la “macabra” contaminación de un caudal de agua que iba a ser potabilizada en la ciudad de Mérida, a 700 kilómetros de Caracas, una de las zonas más activas en las protestas iniciadas en febrero pasado contra el Gobierno.

 

“A todas luces se trata de una acción macabra, premeditada”, aseguró Rodríguez en una rueda de prensa en la que precisó que desconocidos perforaron una tubería y vertieron al menos 100 litros aparentemente de gasóleo disimulados con “sustancias aromáticas”.

 

El ministro precisó que el hecho se produjo el domingo y fue detectado por trabajadores experimentados de la planta que surte de agua potable a Mérida, quienes al percibir un olor atípico aislaron el caudal para impedir que entrara en la planta central de potabilización.

 

“Esto es una locura; esto es terrorismo puro”, remarcó y reiteró que “se buscaba crear un estado de alarma generalizado” que eventualmente derivara en un enojo popular contra el Gobierno.

 

“Iban a decir que los estábamos contaminando y se hubiesen preguntado: ¿Será que el Gobierno nos quiere asesinar, nos quiere envenenar?”, agregó.

 

Continuando con los escenarios de conspiración, un incendio supuestamente “provocado” en el macizo montañoso que separa Caracas del Mar Caribe, reseco en esta época del año, afectó el servicio eléctrico y de transporte subterráneo en vastas zonas de la capital venezolana, informó el Gobierno.

 

“El incendio en el Parque Nacional Waraira Repano (el antiguo Ávila) afectó las líneas 1 y 2 del sistema eléctrico Tacoa-Boyacá” y dejó sin servicio a La Candelaria, San Bernardino, San Agustín, Sabana Grande y El Bosque”, en el norte de la ciudad, precisó a periodistas el ministro de Energía Eléctrica, Jesse Chacón.

 

Su colega en la cartera de Ambiente, Miguel Rodríguez, aseguró anoche a la emisora estatal VTV, tras hacerse visible el fuego desde el centro y este de la ciudad, que se trataba de “un acto provocado” con fines políticos, aunque se abstuvo de revelar las bases de su aseveración.

 

Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la detención de tres generales de la Aviación que pretendían alzar a la Fuerza Aérea contra su Gobierno y que ya están a la orden de los Tribunales Militares del país.

 

“Tengo que decirles aquí, sorprenderlos, pero tengo que decírselos: en la noche de ayer (lunes) capturamos a tres generales de la Aviación que veníamos investigando gracias a la poderosa moral de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana”, indicó Maduro al inicio de una reunión con cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

 

Señaló que los militares fueron descubiertos “producto de la conciencia de los oficiales”, de los más jóvenes y los menos jóvenes.

 

“Todos, todos vinieron alarmados a denunciar que se les estaba convocando a un golpe de Estado”, explicó.

 

Maduro hizo su declaración frente a los cancilleres de una misión de Unasur que llegó al país para “acompañar, apoyar y asesorar” el diálogo político lanzado por el Gobierno venezolano para superar el clima de crisis por las protestas contra el país.

 

Entre los cancilleres figuran la colombiana, María Ángela Holguín; el argentino, Héctor Timerman; el boliviano, David Choquehuanca; el ecuatoriano, Ricardo Patiño, y el brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, así como el secretario de Unasur, el venezolano Alí Rodríguez.

 

Venezuela vive desde el pasado 12 de febrero una oleada de protestas que Maduro dijo hoy que han derivado en hechos de violencia con un balance de 35 muertos, cientos de heridos y casi dos millares de detenidos, en su mayor parte libres con medidas cautelares.