La bandera rusa fue izada hoy sobre unidades y embarcaciones militares en Crimea, y mientras Moscú ordenó organizar la salida de soldados ucranianos, Kiev aseguró que éstos permanecerán cumpliendo sus tareas.

 

La situación en Crimea se mantiene tensa este sábado debido a que las tropas rusas avanzaron sobre las instalaciones militares del territorio anexado esta semana y que aún permanecían bajo control militar ucraniano, ya que sus responsables se negaban a abandonarlas.

 

De acuerdo con reportes de prensa, las fuerzas rusas irrumpieron este sábado en la base aérea de Belbek, cerca de Sebastopol, suscitándose un enfrentamiento que dejó al menos un herido, pero tras el cual esa instalación quedó bajo control ruso.

 

En la bahía de Striletska, también cercana a Sebastopol, las fuerzas rusas se hicieron del Zaporizhzhia, el único submarino de Ucrania, después de que sus barcos lo rodearon y lanzaron granadas de aturdimiento para que la tripulación se retirara.

 

La agencia ucraniana de noticias Ukrinform informó que sólo una parte de la tripulación se dijo lista para servir a Rusia, pero que el resto -incluido el capitán- abandonaron el submarino, reporte que fue confirmado por un comandante ruso.

 

El capitán de primer rango Anatoly Varochkin, comandante de la flotilla de submarinos de Rusia, declaró a la agencia RIA Novosti que la mitad de la tripulación del Zaporizhzhia, se negó a servir en la armada rusa y dejó la nave.

 

Explicó que el submarino se encuentra en un estado técnico deficiente, pero que será trasladado a la bahía de Yuzhnaya, donde se encuentra la base de la Flota del Mar Negro de la Armada de Rusia.

 

El estandarte ruso también fue colocado este sábado por fuerzas pro rusas en una base naval en Novofedorivka, en el oeste de Crimea, incluida la mayoría de buques atracados allí, con lo cual según Moscú ya son 54 barcos los que tomaron su bandera.

 

Un total de 147 unidades militares y organizaciones del ejército ucraniano desplegados en Crimea han izado las banderas rusas desde principios de esta semana y solicitado su adhesión a las fuerzas armadas de Rusia, informó el Ministerio ruso de Defensa.

 

Agregó que hasta la víspera, de los más de 18 mil soldados ucranianos que prestan sus servicios en Crimea, poco más de dos mil han expresado su intención de abandonar la península.

 

El titular de ese ministerio, Serguei Shoigu, ordenó este sábado al comandante de la Flota del Mar Negro garantizar la salida organizada de los soldados ucranianos que quieren abandonar Crimea, reportó la agencia de noticias Itar-Tass.

 

“Quienes estén dispuestos a continuar su servicio en las fuerzas armadas ucranianas se les proporcionará transporte para llevar a sus familias y pertenencias al territorio de Ucrania”, afirmó.

 

Tras confirmar la intención de apoyar la salida de los soldados ucranianos, la oficina del representante plenipotenciario de la presidencia rusa en Crimea informó que este sábado los cruces con Ucrania fueron cerrados por la guardia fronteriza de ese país.

 

Dado que Ucrania bloqueó las entradas y salidas entre ambos territorios, los militares que decidieron regresar a Kiev “no pueden abandonar la península”, agregó en una declaración reproducida por Itar-Tass.

 

El movimiento en la línea divisoria no ha sido confirmada por Kiev, sin embargo, el comandante de las fuerza navales de Ucrania, Serhiy Haiduk, informó que el retiro de las tropas de Crimea no está en la orden del día, ni tampoco en discusión.

 

“Hoy estoy en contacto con todos los comandantes estacionados en Crimea, están establecidas claramente las tareas de los comandantes en función de la situación que surja. El retiro de Crimea no está en cuestión”, sostuvo.

 

Haiduk declaró a la agencia de noticias Interfax-Ukraine que los militares siguen cumpliendo tareas de protección y defensa de las unidades militares, instalaciones y buques en Crimea.

 

El avance de las fuerzas rusas se produjo al final de una semana durante la cual se realizó el proceso de adhesión de Crimea a Rusia, misma que quedó formalizada la víspera con un decreto firmado por el presidente ruso Vladimir Putin.