KABUL. Al menos cuatro talibanes murieron hoy y un civil resultó herido en un ataque insurgente al lujoso hotel Serena de Kabul, uno de los mejor protegidos de la capital afgana y que suele ser frecuentado por extranjeros, informó una fuente oficial.

 

“La lucha ha terminado”, aseguró a la televisión local Tolo el portavoz del Ministerio del Interior afgano, Sediq Sediqi, quien precisó que los atacantes “tenían menos de 18 años” y que “un empleado del hotel que no es afgano resultó herido y ha sido trasladado a un hospital”.

 

El ataque al Serena, situado en el centro de Kabul junto al Palacio Presidencial, comenzó hacia las 21:00, hora local (16.30 GMT) y finalizó dos horas y media después con los insurgentes abatidos por la Policía tras un intenso tiroteo.

 

Sediqi detalló más tarde al diario local Afghanistan Times que los asaltantes vestían de civiles y que hacia las 18.00 consiguieron entrar en el hotel “con pequeñas armas ocultas en sus calcetines” tras convencer a los guardias de seguridad que iban a cenar.

 

Un portavoz de los talibanes, Zabihulá Muyahid, reivindicó el ataque y aseguró a Efe en una versión diferente a la dada por Sediqi que algunos insurgentes suicidas habían logrado penetrar en el hotel “por una puerta trasera”.

 

Hoy se celebraba en el país asiático la llegada del Año Nuevo afgano 1393.

 

Este no es el primer ataque de envergadura que padece este emblemático hotel de Kabul, construido en 1945 y que es descrito en su página web como “un oasis” en el centro de la capital.

 

El primero de los ataques se produjo el 14 de enero de 2008 cuando ocho personas murieron, entre ellos tres estadounidenses, un francés y un noruego.