El Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi) y la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) impulsan una norma de equipamiento de seguridad mínimo en autos, luego de que en México los accidentes viales cuestan al año unos 160 mil millones de pesos.

 

El director general del Cesvi México, Angel Martínez, destacó la necesidad de una norma mexicana (NOM), que actualmente no existe “y estamos trabajando con AMIA para ello”, que especifique el equipamiento mínimo para que los vehículos puedan ser comercializados en el país.

 

Refirió que casi 80 por ciento de las unidades que se venden en territorio mexicano (compactos y subcompactos, los de mayor comercialización) carecen de las especificaciones mínimas para que los pasajeros viajen con un mayor nivel de seguridad preventiva y/o correctiva.

 

“Cualquier vehículo que se comercialice en México debería contar con bolsas de aire, frenos ABS, cinturones con pretensores y una serie de aditamentos de seguridad que son imprescindibles hoy en día”, sostuvo.

 

El directivo planteó que a pesar de que la industria ha impulsado esta norma y de que los costos por accidentes vehiculares son altos, tanto para el Estado como para las aseguradoras, su avance es lento.

 

Lo anterior, debido a que el público mexicano es muy sensible al costo y si bien la oferta tiene automóviles de alta gama con altos sistemas de seguridad, la mayor parte de las ventas se orienta a unidades que no cuentan con los mínimos sistemas, acotó.

 

Angel Martínez consideró que si los clientes no demandan vehículos más seguros porque se eleva el precio, la industria seguirá produciendo lo que se comercialice en el mercado mexicano.

 

Mientras no exista la norma, cualquier vehículo puede ser comercializado en México y se seguirán pagando los altos costos por accidentes, pues 27 por ciento de los automóviles que circula en territorio mexicano no está asegurado, agregó.