CARACAS. Chacao, municipio con sectores de clase media y alta, es uno de los centros de la oposición en el este de Caracas y ha sido epicentro de las protestas iniciadas hace más de un mes por la inseguridad, la inflación y el desabastecimiento. La Plaza Altamira, foco de manifestaciones opositoras y símbolo antichavista, amaneció tomada por un dispositivo de cuerpos de seguridad del Estado tras varias semanas de protestas contra el gobierno, con el propósito de recuperar “la normalidad.

 

El ministro de Interior, Miguel Rodríguez Torres explicó al canal estatal VTV que el mecanismo se desplegó por todo el municipio “para desarrollar un patrullaje intensivo en todos los sectores y volver este municipio a la normalidad y la calma”.

 

“Todos los derechos de todos los ciudadanos de Chacao están plenamente garantizados; esta es una operación netamente de orden ciudadano, de seguridad ciudadana”, afirmó.

 

Varios grupos de Policía Nacional, Guardia Nacional (GNB, policía militarizada) y Policía municipal se apostaron en la plaza y en diferentes calles, por las que transitan grupos de la denominada Guardia del Pueblo (una subdivisión de la GNB destinada a vigilancia ciudadana) en motos.

 

El alcalde opositor Ramón Muchacho reconoció su sorpresa por la presencia de los cuerpos de seguridad del Estado e hizo un llamado “a la prudencia y a la calma”. “La Alcaldía de Chacao está en normal funcionamiento, la Policía de Chacao está en normal operatividad; no está planteada ninguna restricción a la labor ni de la Alcaldía ni de la Policía”, explicó.

 

En tanto, el general Vladimir Padrino, jefe del Comando Estratégico Operacional (CEO) de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) dio a conocer otra víctima mortal en el contexto de las protestas antigubernamentales. Un capitán de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) murió de un disparo en la cabeza durante un tiroteo en la ciudad de Maracay, a unos 100 kilómetros al oeste de Caracas.

 

De esta forma se elevó a 29 las víctimas fatales producidas en hechos vinculados con las protestas contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro iniciadas el 12 de febrero.

 

Ayer durante un acto oficial en la provincia occidental de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica, el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, arremetió contra el gobierno de Maduro y le pidió que “saque su mano peluda de la política” panameña, tras acusarlo de estar “financiando candidatos” opositores de cara a los comicios que celebrará el país centroamericano en mayo próximo.

 

“Le quiero pedir muy encarecidamente a los gobiernos extranjeros, específicamente al gobierno de Venezuela (…) que saquen su mano peluda de la política panameña y que dejen de estar financiado candidatos panameños”, declaró Martinelli.

 

El mandatario panameño argumentó que el gobierno de Maduro “está haciendo una serie de declaraciones en la cual parece ser que favorecen a un candidato opositor”, en referencia a Juan Carlos Navarro, abanderado presidencial del opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD).

 

Venezuela rompió el pasado 5 de marzo, en una decisión unilateral, alegando injerencia en sus asuntos internos, las relaciones diplomáticas con Panamá, cuya Cancillería exigió a Caracas que no se entrometa en la campaña proselitista panameña de cara a los comicios generales del próximo 4 de mayo.

 

Venezuela vive desde ese día una oleada de protestas diarias contra las políticas de Maduro, que en algunos casos desembocaron en hechos de violencia que las autoridades nacionales consideran un intento de golpe de Estado.